Durante la ceremonia el sacerdote les habló de la responsabilidad que adquieren los padrinos con el niño y los invitó a guiarlo siempre con los principios de la iglesia; después de estas palabras la cabecita del niño fue acercada a la pila bautismal en donde al rociarle el sacerdote el agua bendita pronunció el nombre de Kevin.
Al final de la ceremonia se ofreció un ameno convivio en una terraza social.
0 Comentarios