+ Ni usuarios ni CFE notan
disminución de consumo
+ Pero gobierno federal se
vanagloria de la medida
Por Alejandrina Franco Camarena.- Durante los años en los cuales se ha puesto en marcha el horario de verano, la población ha creído que el hecho de que este cambio tenga como finalidad el hecho de ahorrar la energía eléctrica, de esta manera los recibos de luz llegarían mucho más baratos a lo común, pero no es así.
Sin embargo la Comisión Federal de Electricidad argumenta que ellos solamente cobran lo les indican los medidores de cada casa, comercio e industria y que el supuesto ahorro de energía no lo pregonan ellos sino la Secretaría de Energía.
El Programa de Horario de Verano forma parte de las políticas del Gobierno Federal con la finalidad de lograr fomentar el uso eficiente de la energía eléctrica. Cosa que hasta la fecha ha costado trabajo, porque aunque cambie el horario o no, la mayoría de la población no ha logrado aún tomar conciencia de lo importante que es ahorrar esta energía.
En un comunicado, la Secretaría informó que la aplicación de esta medida, durante el 2010, generó un ahorro estimado de mil 304 millones de kilowatts-hora en el país, equivalente aproximadamente al consumo total de electricidad de los estado de Tlaxcala o Baja California Sur.
Señaló que de acuerdo con estimaciones el Horario de Verano este 2010, evitó lanzar a la atmósfera alrededor de 1.6 millones de toneladas de bióxido de carbono, ya que se dejó de quemar lo equivalente a 3.1 millones de barriles de petróleo crudo.
Los ahorros acumulados por la aplicación del Horario de Verano, desde su inicio en 1996 hasta este año han permitido dejar de consumir 17 mil 387 millones de kilowatts-hora y en consecuencia se han dejado de quemar 39.6 millones de barriles de petróleo crudo, evitando así emitir a la atmósfera 24.3 millones de toneladas de bióxido de carbono.
Adicionalmente el proyecto de Eficiencia Energética de Lámparas para Uso General, el cual establece que las lámparas incandescentes de 100 watts y mayores no podrán comercializarse a partir de diciembre de 2011; las de 75 watts a partir de diciembre de 2012, y las de 60 y 40 watts a partir de diciembre de 2013, es otro avance en materia de eficiencia energética.
De acuerdo a lo anterior se estima que como resultado de la aplicación de dicha norma, en el 2030 el consumo de energía por iluminación registrará una caída de hasta un 48 por ciento en relación a su línea base.
Respecto a las acciones de eficiencia energética instrumentadas por las entidades y dependencias del Gobierno Federal en sus edificios, flotas vehiculares e instalaciones, de enero a septiembre de este año se registró un ahorro en el consumo de energía equivalente a 2 mil 880 millones de pesos.
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