¿Tú crees en la juventud?
Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com
Una noche, a las 11:30 pm una mujer de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta.
Su coche se había descompuesto, y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche. Un joven se detuvo a ayudarla. A pesar de la fuerte lluvia, el joven la llevó a un lugar, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi.
Ella parecía estar bastante apurada. Ella anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue.
Para su sorpresa, unos días después le fue entregado por correo en su casa, un televisor pantalla gigante a color. Tenía una nota especial adjunta al paquete. Esta decía:
-“Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa, sino mi espíritu. Entonces apareció usted.
Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente”.
Sinceramente: Sra. Fernández.
Este suceso y muchos más se dan en distintas partes del mundo, demostrando que sigue habiendo jóvenes muy generosos que han sabido retirarse de los malos ambientes y que por el contrario se han propuesto metas muy nobles de ayuda a los demás.
Por eso yo sí creo en la juventud.
Creo en una juventud en el mundo de hoy; capaz de tomar el relevo de los mayores, sin prisas ni atropellos, en paz y amistad.
Creo en una juventud…que siente los problemas de los hombres y no se cruza de brazos antes la injusticia y la opresión.
Creo en una juventud…que aborrece el verbo destruir y no tiene como norma de actuación la violencia.
Creo en una juventud…que, sobre todo y a pesar de todo, no pierde sus ilusiones y espera y lucha por un ideal.
Creo en una juventud… sincera y abierta a la generosidad; con defectos y derrotas, con deseos siempre de más.
Creo en una juventud… con fuerzas espirituales suficientes para salvar a nuestro mundo de los peligros de deshumanización, cansancio, indiferencia…que le acechan.
Creo en una juventud…con valores trascendentes en sus categorías intelectuales.
Creo en una juventud que no desperdicia el ayer, pero que ama su hoy con pasión y se preocupa por edificar un mañana más digno y humano.
Creo en una juventud…que construirá un mundo mejor en nuestro planeta, la tierra y logrará abrir el misterio de otros mundos siderales, con el tesón de su ciencia y el empeño en sus empresas.
Creo en una juventud…que busca con afán “el Camino, la Verdad y la Vida”.
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