Por Oscar Maldonado Villalpando
Quizá es la última vez, como Arzobispo de Guadalajara, así es la vida, pero no por eso hubo menos gusto y alegría este amanecer del domingo 23 de octubre de 2011, en la casa arzobispal de San Pedro Tlaquepaque, a eso de las 6 de la mañana. El son del mariachi se desbordó por esas calles legendarias del otrora “pueblito” de Jalisco. Un grupo importante de amigos, sacerdotes y fieles traspasaron el umbral hasta el patio de la casa donde vive el señor Cardenal don Juan Sandoval Iñiguez.
El festejado se hizo presente para recibir, complacido, la felicitación de sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles en general. Mientras las canciones seguían animando el ambiente, llegaron también personajes de la política. Todos para acompañar a don Juan en su festejo. A las 7 de la mañana se dispuso la celebración de la misa.
El santo patrono
Es San Juan de Capistrano, un personaje singular, que inspira y enaltece la fe, por algo lo eligió don Esteban y doña Ma. Guadalupe para su hijo, nacido el 28 de marzo de 1933 en Yahualica, de nuestros Altos de Jalisco.
Fue licenciado, hombre de gobierno, se convirtió y eligió la vocación sacerdotal en la orden franciscana. Un predicador insigne, gran misionero. Ya grande, fue elegido por el Papa para contener a los turcos que amenazaban subyugar a toda Europa. No encontró soldados, solamente campesinos y obreros, así enfrentó una poderosa máquina de guerra, que fue rechazada y totalmente destruida por la humildad y la fe de los católicos, salvando así la civilización occidental, por el momento.
Por eso el Señor Cardenal no deja pasar este día impulsado por la gratitud al Señor y por el inmenso don de la vida.
Este domingo
El revuelo de los cohetes en el cielo. Guadalajara viviendo el colorido y la fiesta panamericana. Todo eso acentúa el momento dichoso. Participaron 5 señores obispos; don Rafael Martínez (de los Altos en Arandas), muy recuperado, don J. Trinidad González, (También alteño de Jesús María) don Juan Humberto Gutiérrez, don Francisco González, (de Yahualica) don Ramiro Valdez Sánchez, Vicario General, el señor obispo del Nayar, franciscano de gran juventud y sencillez, concelebró buen número de sacerdotes, a pesar de ser el Domingo Mundial de las Misiones.
Don Juan se centró en el tema misionero. Ser misionero implica orar, dar bueno ejemplo y cooperar. La situación de corrupción y crimen, en un pueblo tan católico, dice mal de un catolicismo coherente y sincero. Lo principal es vivir bien. En algo estamos fallando, cada uno de nosotros, y lo hemos de corregir. Luego habló de San Juan de Capistrano en forma concisa y breve, pero lleno de admiración.
La convivencia
Al terminarse la misa se sirvió un desayuno donde el gran patio se vio inundado de alegría en una convivencia muy hermosa, ni más ni menos, como una verdadera familia, sin diferencias ni oposiciones. Cabe decir que también participó alegrando a los presentes la banda de San Pedro y la banda de Yahualica, como ya es una tradición.
La historia sigue su marcha, pero este ha sido un hermoso detalle de humanidad, de buenos principios y de gratitud, más que
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