Héctor Álvarez Contreras
América Latina, México y Jalisco no son
la excepción, sufren desde hace varias décadas un común denominador, la
inequidad social. Los índices de desarrollo humano y equidad social así lo
demuestran. Simple y llanamente se explica por una gran concentración de
riqueza en un pequeño porcentaje de sus habitantes y el efecto inverso en el
resto de la población, es decir una gran cantidad de pobres con un ingreso en
ocasiones insuficiente para mantener o conservar calidad de vida.
Lo grave en nuestro estado es que existe
un grupo más reducido, pero no por eso menos importante, de individuos y
familias que viven en condiciones de desafiliación social, de exclusión social,
donde predomina la invisibilidad del problema, la insensibilidad social, la
carencia de oportunidades, la incapacidad para disfrutar de los derechos
sociales básicos y del acceso a la justicia social.
Aquí existen niñas y niños, adolescentes
y jóvenes, hombres y mujeres, adultos mayores, personas con o sin discapacidad,
adictos a las drogas, indigentes, abandonados, personas con daño psiquiátrico,
ni la sociedad ni nuestras instituciones han sabido o han podido siquiera
comprender este complejo fenómeno social, mucho menos generar las políticas
públicas que contengan, mitiguen, superen y resuelvan esta condición social tan
dolorosa.
Ejemplos claros de incompetencia de las
autoridades municipales para resolver este problema se han reflejado en
enfrentamientos recurrentes de policías, funcionarios y hasta el propio alcalde
de Guadalajara con vendedores ambulantes, franeleros, aparta lugares y
limpiaparabrisas, lejos de ofrecer alternativas de solución a este complejo
fenómeno social causando mayor victimización y degradación social de quienes
solo intentan sobrevivir día con día.
El problema de las personas en situación
de calle o excluidos socialmente atañe a todas las competencias sociales y
gubernamentales, desde lo económico, lo político, lo legislativo y hasta en lo
judicial. Esta situación no debe ni puede percibirse solo como la carencia de
dinero, desde lo económico, sino que debe plantear la concepción de una nueva
estructura de posibilidades para poder resolver el problema, con políticas
públicas integrales, flexibles, y principalmente permanentes, humanistas y
oportunas, que den resultados tangibles y en muy corto plazo.
Por lo anterior, presenté al Pleno del
Congreso Iniciativa de Decreto que reforma y adiciona diversos artículos del
Código de Asistencia Social del Estado de Jalisco, que implica que el Código de
Asistencia Social del Estado de Jalisco defina y visualice perfectamente a las
personas en situación de calle como aquellas que realizan actividades con fines
de sobrevivencia en los cruceros, calles, avenidas y plazas públicas, sin que
constituya una actividad formal.
La creación de un Consejo Especial para
la Atención Integral a la Población que sufre Exclusión Social: autoridad
Colegiada integrada por los funcionarios de los organismos tanto municipales,
así como del Estado y los integrantes del Sistema Estatal de Asistencia
Social; y aquellas otras que conforme a
la ley se encuentran constituidas o se lleguen a constituir.
0 Comentarios