Desaprovechado el potencial del turismo religioso en Los Altos


Según investigador del Cualtos

+ Casi todos los peregrinos sólo gastan 300 pesos en su visita

Por Alejandro González Ontiveros

San Juan de los Lagos, Jal.- La zona de Los Altos es visitada anualmente por al menos 7 millones de peregrinos, de quienes no se está aprovechando al máximo su potencial económico y la derrama que generarían en la región, según expuso el investigador del Centro Universitario de Los Altos, Rogelio Martínez Cárdenas, cuando tomó la palabra en el Primer Foro Universitario de Tepatitlán, que fue llevado a cabo en conjunto por algunas de las universidades de la ciudad y la Coparmex local.

Martínez Cárdenas mostró un estudio, producto de cuatro meses de investigación, efectuado en los poblados de San Juan de los Lagos y Santa Ana de Guadalupe (en Jalostotitlán); los resultados mostraron que al menos 7 millones de personas visitan anualmente estos lugares con motivos religiosos, ya sea a ver la Virgen de San Juan o los restos de Santo Toribio Romo, según sea el caso.

Sin embargo, cada peregrino gasta en promedio al venir a estos lugares, alrededor de 300 pesos, dinero desembolsado principalmente para pagar el transporte de sus lugares de origen hasta la región alteña, un poco de comida y algún recuerdo.

"Podrían gastar más -aseguró el investigador-, convertirse de simples peregrinos a turistas religiosos, que no es lo mismo. El problema es que la mayoría de los visitantes ignoran que en la región hay otros atractivos además del motivo religioso".

Según el estudio que hizo el Cualtos, la mayor parte de los peregrinos ignora que hay una ruta cristera que incluye varios municipios de Los Altos, además de atractivos coloniales, gastronómicos y paisajes naturales; todo esto aderezado con una suficiente oferta hotelera, que también es desaprovechada.

Si el peregrino supiera de todo lo que puede conocer en su visita a Los Altos, podría planear su viaje y quedarse hospedado varios días para conocer los diferentes municipios de la zona. Por lo general, el peregrino regresa a su lugar de origen el mismo día, por lo que la pernocta la hace en el autobús.

Otro nicho desaprovechado por los comerciantes y fabricantes alteños es de la venta de artesanías y recuerdos, pues de lo ofrecido en los comercios aledaños a la basílica de San Juan, tan sólo el 37 por ciento está hecho en algún municipio de la región o de Jalisco, mientras que el resto proviene de otros estados del país o hasta del extranjero.

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