¿Estarán bien?


Panorama de Arandas
Por Rubén Arias Barajas

Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

Debo confesar que no he verificado en la Ley si algo que está pasando en ciudades como Guadalajara está en el marco de la ilegalidad o no, pero de que me parece un soberano abuso, sí que lo es… Salvo la mejor opinión de Usted amigo lector.

Se supone que cuando Usted pretende instalar un comercio, un negocio, o una plaza comercial, lo primero en lo que se debe pensar, es que tenga la comodidad de un estacionamiento que permita a sus potenciales clientes, el poder dejar su vehículo cerca del negocio a donde acuden a comprar o consumir.

Se dice que en la actualidad los negocios que se instalen sin la posibilidad de ofrecer espacios de estacionamiento a sus posibles clientes, están destinados a ir al fracaso por la falta de espacios y por el inmenso número de vehículos que circulan en las ciudades y que debiera ser una exigencia de las Autoridades (no solo por iniciativa de los dueños de los negocios) el que se planee dicho espacio para estacionarse.

Pues ya se ha “puesto de moda” el que se hagan centros comerciales, obviamente con muy amplios espacios y numerosos cajones de estacionamiento que permitan la afluencia del mayor número de personas posible que irán a comprar o consumir algo, pero lo inaudito y que a mi me parece inaceptable, es que se hayan colocado “plumas” para ingresar previa extracción de un “ticket” o boleto que una máquina expendedora le entrega como condición para que la pluma se levante y Usted pueda ingresar al estacionamiento del centro comercial. Cuando Usted pretenda salir, deberá acudir a otra máquina o cajero automático en donde introduce el boleto y deberá pagar el costo del estacionamiento obviamente en relación al tiempo que haya durado dentro comprando o divirtiéndose y luego, al salir, insertará en otro aparato, el boleto ya pagado y entonces la pluma se levanta para que Usted salga.

Y bueno, como son empresas privadas, pues a lo mejor si están autorizadas para efectuar tales cobros y en todo caso uno fomenta que tal cosa suceda por  utilizar dichos espacios, por acudir a dichos lugares y de pilón, pagarles por un servicio que se supone que es conveniencia de ellos poner a disposición de sus clientes. Pero como nadie se ha quejado y de todas maneras la gente acude, pues resulta que tal práctica y se extendió a lugares que era inconcebible que ocurriera no hace mucho tiempo.

Me refiero a las gasolinerías, que es una concesión que Pemex otorga y a las cuales les da una calificación en base  a los servicios que prestan y donde se supone que están obligados a tener sanitarios para satisfacer la necesidad de sus clientes, pero oh sorpresa, en muchas de ellas, ya tiene que pasar Usted previamente por un cajero automático para insertar monedas y que se abra la rejilla con la cual bloquean el acceso al sanitario si Usted no paga. ¿No se estarán saliendo de norma?

Y como estamos como los changos o los monos y nos gusta copiar las cosas, pues ahora resulta que en muchos lugares, los sanitarios colocados en edificios públicos como los mercados municipales, ya también tienen quién cobre por permitirle entrar a usar el sanitario, cuando se supone que son servicios básicos que se deben ofrecer a la población.

Se ponen estacionómetros en las calles también para que, so pena de una infracción, usted deposite monedas en un aparato EN LA VIA PÚBLICA para tener derecho a estacionarse, a usar esos espacios que además, con todo y que son de paga, son muy disputados.

¿Qué nuevas cosas nos inventarán para esquilmarnos en un futuro cercano?. Nada más falta que un día de éstos nos inventen un aparato para colocarlo en nuestra nariz y paguemos por el oxígeno que consumamos. 

¿Espero no haberles dado una nueva idea y al rato nos salgan con que  nos la hacen efectiva eh?.

No protestamos y por lo mismo, estamos inermes, vulnerables, dispuestos al sacrificio….

Nos leeremos en la próxima entrega.

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