Escultura extraordinaria



Por el padre Miguel Ángel

Narrador: Un niño le preguntó a un escultor que trabajaba con un bloque de mármol
Niño: ¿Qué haces?
Escultor: Espera y lo verás.
Narrador: Día después, el niño admiró sorprendido la hermosa águila que este hombre había esculpido y nuevamente preguntó:
Niño: ¿Dónde estaba?
Escultor: Dentro del bloque de mármol.
Niño: ¿Pero cómo lo sacaste?
Escultor: Solamente quité el mármol que le sobraba.
Niño: ¿Y todas las piedras guardan águilas?
Escultor: No, hay una gran variedad de figuras y, además, todas son diferentes.
Niño: ¿Cómo sé que hay una figura bonita dentro?
Escultor: Si observas el bloque con cuidado y estudias sus características, seguramente podrás imaginar la escultura que hay dentro.
Niño: ¿Y hay también monstruos?
Escultor: Claro, depende de ti si lo que deseas encontrar es algo hermoso o espantoso.
Niño: Si yo deseo solamente figuras bellas, ¿qué debo hacer?
Escultor: Con mucho cuidado, paciencia y amor ve quitando el mármol que le sobra y verás cómo tu constancia y dedicación harán que la piedra se transforme en una escultura extraordinaria.
Un poeta afirmaba en sus versos que nosotros somos los arquitectos de nuestro propio destino, que cuando sembramos rosales, cosecharemos siempre rosas y que cuando encontremos hiel o miel en las cosas es porque en ellas pusimos hiel o miles sabrosas.
Hay que facilitarles a los hijos los medios para que con la ayuda de Dios vayan logrando hacer de su vida una verdadera obra de arte.

Publicar un comentario

0 Comentarios