Se siente



Se siente, lo siento yo, lo siente el vecino, lo sienten mis amigos. Algo que sienten algunos o muchos, ¿llega a ser real?
Uno puede "sentir" frío, aunque el termómetro y los informes meteorológicos no registren descensos en las temperaturas; se puede sentir más gordo, aunque tus familiares y amigos te vean igual que siempre y la báscula les dé la razón. No siempre lo que se siente es verdadero.
Y peor aún, hay quienes dan por cierto algo que ni siquiera sintieron, sino que oyeron por ahí o les contaron de alguien que ni estaba presente.
Esto viene a colación por la famosa inseguridad que muchos aseguran que ha aumentado en Tepatitlán, aunque a varios de los aseguradores ni les conste dicho aumento o lo hayan escuchado de alguna fuente confiable y en primera persona.
No es lo mismo ver llegar a tu padre, pareja, hermano, hijo o amigo y que te diga "me asaltaron o vi cómo alguien era asaltado", a que venga y cuente lo que le contó lo que le dijeron que contaron alguien por ahí.
Se habla de los robos a casa habitación (¿habrá otro tipo de casas", quizás las de "mala nota", jajaja), a negocios, de vehículos y hay quienes van más allá y señalan las personas vecinas de Tepa y que murieron asesinadas -cinco en total según números oficiales y de ellas sólo dos fueron ultimadas en esta ciudad, ¿será eso indicio de una barbarie tepatitlense?-.
Alguien muy cercano me aseguró que ha disminuido la seguridad porque han aumentado los robos a negocios y casas y que no es que le haya pasado a él, pero se lo dijeron dos policías por separado y varios amigos, aunque ninguno de ellos haya sido el que sufrió el atraco.
Ok, quizás han aumentado, como aumenta la gasolina, el número de habitantes, el número de negocios, casas y vehículos año con año. Pero de que los robos han aumentado proporcionalmente más que el número de bienes adquiridos, no hay alguna cifra confiable ni a la mano.
Ah, pero toda esta inseguridad desbordada se da curiosamente con la llegada del nuevo ayuntamiento a Tepatitlán. Como que se está politizando y partidizando el asunto, pero no quisiera ser malpensado.
Pero suponiendo que es así, ahora vayamos con hechos concretos a otro rubro de seguridad pública que tanto está preocupando de octubre para acá a algunos tepatitlenses: los asesinatos.
En el trienio anterior de Cecilia González hubo al menos ocho asesinatos que cobraron sonoridad: la muchacha que apareció entambada por culpa de un novio celoso, la ejecución del comandante Víctor Muro, dos tepatitlenses que aparecieron en una narcofosa en Arandas y otros dos en Capilla de Guadalupe, otra muchacha que apareció descuartizada en Las Aguilillas, un taxista calcinado en el Río Verde y otros que no fueron tan sonados, como el mecánico baleado en Las Colonias, el tiroteado en San José de Bazarte a bordo de una camioneta de lujo, el que apareció "ejecutado", también en el Río Verde o la cabeza humana que apareció por la carretera a San José de Gracia.
En lo que va del ayuntamiento de Jorge González, han perdido la vida por la vía del homicidio, todo un pájaro de cuenta del barrio Aztecas, que fue muerto por un ex policía, cansado de todos los maltratos que le propinaba a su hija el ahora occiso; está también el del empresario Roberto Jiménez, que fue victimado frente a sus trabajadores en una finca en construcción, el empresario de maquinaria pesada que fue sacado violentamente de su casa en Lomas del Real y que luego fue hallado muerto en El Salto y la pareja que fue hallada sin vida en La Chona y que resultaron ser de Tepa.
En todas estas muertes y según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco en Tepatitlán, no tuvo nada que ver la indolencia, inacción o negligencia de la policía municipal y mucho menos de los alcaldes mencionados.
No hay datos confiables para juzgar si ha disminuido la seguridad en el municipio y en todo caso, si fuera así, es producto de la inercia nacional, donde los ejecutados no han disminuido con la llegada de un nuevo presidente de la república.
Ciertamente las autoridades tienen mucho que hacer para combatir la delincuencia, ya que para eso están ahí y se invierten millones de pesos en ello, pero hay quienes descalifican todas las acciones de la policía, como si de veras se estuviera en un estado de inseguridad total.

Anticomercial

Si llegan en avión a la Ciudad de México y se ven en la necesidad de contratar un servicio de taxi ofrecido en el aeropuerto de aquella ciudad para trasladarse a algún punto de la misma, no vayan a caer en las garras de Porto Taxi, porque sus empleados son unos rateros de la peor calaña. Encima dicen ofrecer un servicio "ejecutivo" con unidades último modelo y en realidad te suben a un vehículo de más de diez años de antigüedad.
Hay como seis o siete compañías de taxis en ese aeropuerto, por lo que fácilmente se puede evitar a esos bandidos de Porto Taxi y no pasar un mal rato con ellos y sus robos.

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