Virgen de San Juan de los Lagos, devoción iniciada por una indígena

Ahora atrae millones de peregrinos

+ La figura estaba relegada en un rincón, pero
sus milagros comenzaron a hacerla famosa

+ El pueblo comenzaba a crecer, pero no debía
ser gobernado por judíos, negros o mestizos

Por Alejandro González Ontiveros


San Juan de los Lagos, Jal.- Una figura elaborada con pasta de caña, traída presuntamente de Michoacán en tiempos de la colonia y que años más tarde una mujer indígena rescató del olvido, al ver sus poderes milagrosos, es el origen de la peregrinación anual de millones de personas a San Juan de los Lagos, municipio que debe su nombre a su ex patrono San Juan Bautista, santo que debió ser relevado por la imagen de la Virgen ante el fervor que ahora despierta entre habitantes de varias partes del país, principalmente del Bajío y el centro de México.
Laicos y religiosos coinciden en que la Virgen de San Juan de los Lagos fue traída al municipio jalisciense por frailes españoles en tiempos de la conquista y fue cobrando notoriedad con el paso de los años y de que su fiesta original era el 8 de diciembre, pero ante los excesos e inmoralidades cometidos por la gente durante sus fiestas, un obispo de León decidió cambiar la fecha al 2 de febrero.
Desde varios días antes, los peregrinos ya estaban haciendo su arribo a San Juan de los Lagos y se podía divisarlos a lo largo de la carretera a Lagos. Puestos de dulces y artículos religiosos ya tienen copado el centro de la ciudad y los estacionamientos hacen su agosto desde entonces.
En al atrio de la catedral hay un puesto de atención médica instalado por el ayuntamiento de San Juan, para atender a los peregrinos.
El sacerdote José Luis Aceves González, uno de los encargados de coordinar las actividades dentro de la basílica durante los festejos de La Candelaria, relata que la imagen de Nuestra Señora de San Juan fue traída por los misioneros franciscanos Antonio de Segovia y Miguel de Bolonia en 1550 a este municipio, procedente de Pátzcuaro, Michoacán. La intención era evangelizar a la población autóctona de la zona, y años después la indígena Ana Cristina quedó al cuidado de la figura.
José Alvarado Montes, cronista de San Juan de los Lagos, contrario a lo dicho por el prelado, dice que no hay certeza de que dichos misioneros hayan traído la imagen al municipio alteño, aunque coincide en señalar que su origen es michoacano.
"Los misioneros -relata Alvarado Montes- trajeron la imagen de la virgen junto con otras figuras religiosas, pero como el patrono de aquí era San Juan Bautista, la figura de la virgen fue guardada en un rincón, pero la indígena que estaba a cargo del lugar, observaba que la imagen, sin que nadie la moviera, aparecía en el altar principal ".
"La figura de la virgen habría sido relegada varias veces a un rincón y un día de 1623, una familia de cirqueros procedentes de San Luis Potosí, que iba a Guadalajara, hizo una pausa en San Juan y montó su espectáculo por unos minutos, sin embargo una de las hijas habría muerto en una de las acrobacias; la familia pidió permiso para enterrarla en ese poblado, pero la indígena les sugirió que rezaran a la figura de una virgen que misteriosamente cambiaba de lugar, haciéndolo así y horas después la niña recobró la vida y éste fue el primer milagro de la imagen", narra el cronista local.
La noticia se fue propagando al grado de que miles de indios de la región llegaban a venerar la virgen, por lo que las autoridades virreinales decidieron mandar españoles a San Juan -en aquel tiempo Mezquititlán- a gobernar dicho poblado, que fue ascendido después al grado de villa.
Eso sí, debían ser españoles puros o descendentes de ellos, nada de estar mezclados con judíos, negros o indígenas, según fue la ordenanza del virrey.
En 1666 ante el creciente fervor por la Virgen de San Juan, se decidió instituir el 8 de diciembre como la fecha para festejarla, para lo cual se autorizó también la instalación de comercios y con el tiempo la fiesta pagana devino en todo tipo de excesos, como prostitución, robos, asesinatos y alteración del orden público.
100 años después, el obispo de León, José de Jesús Díaz Soyano, cansado de dichos excesos, decidió que le fecha de la fiesta se cambiara al 2 de febrero, en La Candelaria.
José Luis Aceves explica que la decisión del obispo leonés se debió también a que deseaba que los pobladores, luego de participar en las fiestas tradicionales de León, celebradas a principios de año, fueran a limpiar sus almas con una marcha a San Juan y es por esta razón que se escogió el día 2 de febrero, cuando se purifica a María, la madre de Jesús.
Fue así que nacieron las peregrinaciones y a principios del siglo 20, un sacerdote del Distrito Federal organizó una peregrinación con gente de aquella ciudad hacia San Juan de los Lagos y con el paso del tiempo se fueron uniendo contingentes de estados del centro y bajío del país.
Durante la fiesta de La Candelaria, unos 2 millones de peregrinos visitan San Juan, pero se han llegado a contabilizar hasta 6 millones en todo un año, según las autoridades religiosas.

Recomendaciones de la Diócesis de San Juan de los Lagos:

-No acampar en el atrio ni en las calles próximas a la basílica, para permitir el libre flujo de personas.
-Cuidar muy bien las pertenencias.
-Cualquier abuso o emergencia denunciarlo a las autoridades de San Juan de los Lagos o del municipio donde se halle la caravana (Lagos de Moreno, Ojuelos, Encarnación de Díaz, Jalostotitlán, etcétera).
-Evitar el consumo de alcohol y drogas, pues es un evento familiar.
-Marchar solamente por el lado izquierdo de la carretera.
-El 2 de febrero no habrá misas, para agilizar el paso de las personas que desean ver a la virgen.




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