Pemex



Bueno, como el petróleo es dizque de todos los mexicanos, cualquiera puede y hasta debe opinar de algo que le pertenece y hasta disponer de lo que se hará con la supuesta propiedad.
Es así que me atrevo a opinar del petróleo y además, si los actores izquierdistas como Héctor Bonilla o su tocayo Héctor Suárez, también lo hacen y hasta salen en televisión hablando de eso, no creo que sepan ellos del tema más que yo, pues ninguno de los tres trabajamos en Pemex ni tenemos conocimientos de exploración de yacimientos.
Aunque entrados en gastos, nunca he creído que el petróleo sea nuestro. Una vez en Guadalajara, un señor muy apurado me preguntó si podíamos sacarle un poco de gasolina a mi carro, pues el suyo ya no tenía, necesitaba llevar de urgencia a su hija al hospital y en la gasolinera que estaba a una cuadra no le quisieron fiar ni una gota. ¿Pues no que es nuestro el petróleo?
Peña Nieto quiere que la iniciativa privada le entre con su lana para explorar en aguas profundas, pues el poco petróleo que queda en el mundo se encuentra a kilómetros en el fondo del mar. La idea, según, es que si lo encuentran, se reparten las ganancias Pemex y los empresarios y si no hay nada, marchan ambos con las pérdidas.
Los socialistas y defensores del cuento de que el petróleo es nacional, para disfrute de los que vivimos aquí y que ni madres de privatizar, se oponen a que se perfore con capital privado.
Sin embargo no entiendo. Ya hay un montón de empresas nacionales y extranjeras, privadas todas, que participan en casi todos los procesos del transporte, refinación y distribución del producto de Pemex, ¿cómo se le llama a eso entonces? y sin ir más lejos ni quebrarse la cabeza, está la venta de gas LP, que es vendido a los hogares por un montón de compañías, menos la paraestatal.
Aunque hay algo en lo que los del PRD y otros partidos de izquierda tienen razón, que es de que Pemex mantiene a medio México y sus gobiernos. Casi todas las ganancias de la petrolera se van para que Hacienda lo reparta a los estados y municipios y a veces hasta los famosos "excedentes petroleros" son distribuidos. No tiene Petróleos Mexicanos dinero para seguir perforando pozos, pero sí para mantener a los mexicanos.
También mucha razón los de izquierda al decir que el sindicato petrolero y sus ratas saquean a la empresa nacional con todos los privilegios a los que tienen supuestamente derecho.
Me parece que una buena reforma energética incluiría lo mejor de la propuesta del presidente Peña Nieto y de los de izquierda: inversión privada, menos carga fiscal y acabar con los chupasangre del sindicato.
Lo primero está más o menos fácil, pero los otros dos no. Una menor carga fiscal significaría que Hacienda tendría que buscar lana por otros lados, como meter en cintura a todos los evasores fiscales, las empresas multimillonarias que en vez de pagar impuestos se las arreglan para que el gobierno les devuelva dinero y todos los comerciantes informales sin registro en el SAT y que no contribuyen nunca.
Eso es difícil, muy de hueva e impopular para el gobierno de la república.
Lo tercero, de acabar con las ratas, parece menos difícil, pero ahí el riesgo es de que Pemex se quede sin trabajadores y no haya petróleo, ni gasolina ni gas y tampoco combustible para generar electricidad.
Se puede hacer una reforma que sólo permita la participación privada y que lo demás siga igual, sin tocar a las vacas sagradas, pero me parece que a la larga o a la corta, el problema seguirá: Pemex volverá a quedarse pobre y sin oportunidad de crecer, aunque para ese entonces quizás tampoco haya petróleo en ninguna parte del mundo.
No está fácil lo de la reforma energética y ninguno tiene toda la razón, pero tampoco nada; si deberás sirve el mentado Pacto por México, pues de ahí deberá salir una buena cosa para Pemex, para bien de todos los mexicanos, aunque el petróleo siga sin ser nuestro.

Ahí está, ya opiné.

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