Panorama de Arandas
Por Rubén Arias Barajas
Vaya para Ustedes el saludo semanal de
costumbre.
La pregunta que formulo arriba, sin
duda es algo que nos planteamos muchos en todos los niveles.
Está a punto de concluir un año que
tuvo, por parte del Presidente de la República, una gran cantidad de
iniciativas de Ley, reformas a las mismas, que movieron mucho a la
gente.
Los partidos políticos de plácemes
por la reforma política que se venía promoviendo desde hace tiempo
y algunos otros con la esperanza de que las candidaturas
independientes por fin se hicieran realidad, para que dejen de ser
monopolio de los institutos políticos, el lanzar a sus candidatos
favoritos, abriendo el abanico de posibilidades para todos aquellos
que desde el punto de vista neutral, ven el panorama y quisieran
participar sin ser parte de los partidos ya establecidos por cierto
desprestigio del que gozan en el seno de la sociedad.
Pero tal cosa está en proceso y
tendremos que esperar todavía para conocer a fondo y en detalle,
hasta dónde y cuáles son los candados que se le pondrán a esta
reforma, pues es lógico que los partidos políticos que tienen en
este momento la sartén por el mango, no quieren soltar el monopolio
del que hablo.
El resto de las reformas como la
fiscal, la energética y otras, por supuesto que han causado escozor
en algunos sectores. No es fácil vencer las resistencias de aquellos
que durante muchos años han gozado de privilegios que les han
ahorrado, a unos, y pretende quitarles a otros, enormes cantidades de
dinero.
Los cautivos de Hacienda se quejan de
los incrementos y de que no se haya ampliado suficientemente el
abanico de contribuidores de impuestos. En la frontera no les gustó
para nada el incremento a la tasa del IVA que lo empareja con el
resto del País al 16 % e inclusive algunos senadores inclusive, ya
tramitan un Amparo contra tal medida.
Y en cuanto se refiere a la reforma
energética que tantos y tantos beneficios se dice aportará mediante
la generación de empleos y la baja en los precios de los carburantes
y la energía eléctrica, pues son solo planes que se publicitan muy
bonito, pero las voces en contra opinan que se está entregando a la
iniciativa privada una jugosa parte del pastel sin que hubiera
necesidad de ello.
Aducen que los despilfarros y robos
cometidos en contra de la Paraestatal, bien podrían corregirse sin
necesidad de hacer partícipe a la iniciativa privada, pues mencionan
que con controlar y acabar con la corrupción que encabeza Romero
Deschamps y su gente, podría manejarse con más eficiencia y mejores
utilidades esta empresa, además de bajarle la carga impositiva que
el gobierno, vía impuestos, quita a Pemex.
Sin embargo, las voces a favor, indican
que dicha empresa no cuenta con los recursos económicos suficientes
para explotar los mantos que en aguas profundas, contienen gas y
petróleo, aparte de otros materiales valiosos en grandes cantidades
y que por ello se recurre a los contratos de utilidad compartida.
La verdad es que los temas son tan
profundos e interesantes, que creo que la mayoría del pueblo no
tiene la información necesaria para poder opinar si compartir las
utilidades o no, sea una buena medida. Por ello, lo que el PRD está
pidiendo de hacer una consulta popular se me hace una pérdida de
tiempo, pues opinar de algo en lo que no se es experto y por el
contrario, existe mucha ignorancia, pues como que no tiene mucho
sentido.
Uno debería de confiar en que el
Gobierno de la República y las personas que lo integran, deberían
tener la calidad moral para manejar asuntos tan delicados, así como
la preparación profesional para guiar a buen destino esta empresa
que es clave en los ingresos del Pais y para llevar el bienestar al
grueso de la población, cosa que hasta la fecha no ha ocurrido
cabalmente.
No en balde hasta Forbes ha puesto en
segundo lugar como corrupto, al líder que encabeza el sindicato
petrolero Carlos Romero Deschamps de quien se rumora desde hace años,
que se ha enriquecido brutal y descaradamente gracias a las canonjías
y transas efectuadas en el seno de la paraestatal, pero esos números
y situaciones debieran ser investigados y conocidos por el Gobierno
que debe defender aquello que se menciona es propiedad de todos los
mexicanos, pero que raquíticamente se observan sus frutos hasta
ahora.
Con todo y lo que ha ocurrido en este
año a nivel del Poder Ejecutivo con los planteamientos de Leyes y
reformas a las mismas, es indudable reconocer que son muchas las
leyes aprobadas y modificadas, pero es indudable que habrá de
dársele seguimiento a todo ello para verificar que todo ello
beneficie o redunde en bienestar para el grueso de la población. De
otra manera, no se entendería tanto bullicio y modificación.
El problema de México no son sus
Leyes. Es el incumplimiento de las mismas, la corrupción y la
impunidad que permean muchas actividades, lo que nos tiene en
posición incómoda a prácticamente todos.
Veremos pues el año próximo, cuáles
son las cosas que se aterrizan y a las que se le dé cabal
cumplimiento. No podemos ni debemos esperar que todo sea buenas
intenciones.
Nos leeremos en la próxima entrega y
aprovecho la oportunidad para desearles a todos una feliz Navidad y
un año nuevo lleno de esperanza, fe, salud, prosperidad y bienestar.
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