Los que se murieron de miedo



Por el padre Miguel Ángel

Cuenta la leyenda de aquel monje que se encontró un día en la India con la “peste”.

-¿A dónde vas? –Preguntó el monje a la enfermedad.
-A matar a 5,000 hombres. -Respondió la peste.
Al cabo del mes se volvieron a encontrar los dos:
-Me engañaste –dijo el monje- me dijiste que ibas a matar a 5,000 y los que han muerto son 100,000.
-No te engañé. Yo maté 5,000, los otros 95,000 se murieron de miedo.

Cuántas cosas dejamos de hacer en todos los niveles por miedo. A veces lo llamamos prudencia. ¡Bonita careta! Con todo me parece muy inexacta la expresión de aquel célebre militar que, oyendo a un oficial recriminar la actitud de un compañero en un momento de peligro, dijo: "Ha de saber, coronel, que sólo los cobardes pueden jactarse de no haber tenido nunca miedo".
Bien decía aquél torero cuando le preguntaron si sentía miedo al sentir el redondel. “Sin miedo no es posible torear”.
Los Apóstoles no se contentaron con el testimonio del sepulcro vacío dado por las mujeres y por Juan y Pedro. No se contentaron con el testimonio de quienes decían que los ángeles les habían dicho: “¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado”. Les parecía desatinos.
No se contentaron con el testimonio de María Magdalena que dijo: “He visto al Señor”. Ni el testimonio de Pedro que también dijo: “ He visto al Señor”. Ni al testimonio de los dos de Emaús.
Tomás no se contentó con el testimonio de los otros diez. Jesús tuvo que decirles: “Pálpame y ve que el fantasma no tiene ni carne ni huesos como ves que yo tengo” y diciendo esto les mostró las manos y los pies. Ni con esto creyeron; todavía dudaban y les dijo: “¿Tienen algo que comer?" Y le dieron un trozo de pez asado y tomándolo comió delante de ellos.
Cuando nos veamos sorprendidos por el miedo, hay que tener mucha calma, pues Dios siempre está a nuestro lado.

Las personas que continuamente viven la presencia de Dios, aún en los momentos que se ven sorprendidos por el miedo, se serenan y actúan con grande paz que solo Dios les puede dar.

Publicar un comentario

0 Comentarios