Virgen de Fátima


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

El 13 de mayo de 1917, tres niños pobres, Jacinta, Francisco y Lucía, pastoreaban sus ovejas en un campo llamado Cova de Iría en el Pueblo de Fátima, Portugal.

A mediodía se reunieron para rezar el Rosario (ellos tenían dos cualidades que los hacían muy simpáticos para Dios: rezaban mucho a la Virgen y ayudaban mucho a los pobres) y estando rezando, vieron que sobre un árbol cercano apareció una señora muy bella, vestida de blanco y con las manos juntas.

Los invitó a que fueran a ese sitio a rezarle el día 13 de cada mes, hasta octubre. Y los felicitó por rezar. Por seis meses se les apareció el día 13. Nadie les creía y las autoridades los echaron a la cárcel creyéndolos mentirosos. Pero los niños, aunque recibirían graves amenazas no dejaban de decir que era la Santísima Virgen.

Un día ella les mostró el infierno abierto y muchas almas que caen allí y les dijo: “muchas almas se condenan porque no hay quienes recen y hagan sacrificios por ellas”. Desde ese día los tres niños se volvieron mucho más santos y se dedicaron a rezar y hacer sacrificios por los pecadores.

La Virgen les anunció que si no cambia la gente en su mala vida, vendrán grandes castigos al mundo, pero que si se le reza a Ella con toda devoción, Rusia se convertirá a la verdadera religión.

El día 13 de octubre de 1917 fue la última aparición. Nuestra Señora había anuncia o que ese día haría un gran milagro.

Llegaron más de 100,000 personas, llovió desde las 6 am. Todos estaban empapados pero seguían rezando. A mediodía llegaron los tres niños. Apareció el sol y en un momento las ropas de todas las gentes estaban totalmente secas, después de varias horas de fuerte aguacero. 

Enseguida Lucía dijo: “Miren al cielo” y todo vieron que el sol se venía dando volteretas hacia la tierra.

Todos gritaban y pedían perdón por sus pecados. Entonces el sol volvió a dar vueltas hacia arriba y quedó quieto. Todos vieron esto.

Enseguida empezaron los gritos. Uno decía: “Gracias Señor, ahora veo”. Era un ciego curado, Otro gritaba: “Virgencita linda: Ya puedo andar”. Era un paralítico, Otro exclamaba:”Era sordo y ahora oigo” y miles de pecares dejaron su mala vida y empezaron una vida santa.

Millones de personas van a Fátima a rezar a la Virgen, la estatua de Nuestra señora del Rosario de Fátima está en más de 30,000 templos del mundo. Y ella recuerda a todos sus hijos lo que vino a pedir en Fátima: “Ofreced oración y sacrificios por los pecadores y dejad vuestros pecados que tanto disgustan a Nuestro Señor”.

Nuestra Señora le dijo a los tres pastorcitos en una de sus 6 apariciones: “Tendréis que sufrir mucho, pero la gracia de Dios os asistirá y consolará. Decid cada día, después del Gloria en cada misterio del Rosario esta oración: “Oh Jesús, perdonadnos nuestras culpas, libradnos del fuego del infierno y salvad a todas las almas, especialmente a las más necesitadas misericordia”.

El 13 de julio les insistió diciendo: “Rezad el rosario por la paz del mundo. Cuando sufráis algo decid: Oh Jesús, por tu amor, por la conversión de los pecadores”.

El 13 de octubre les dijo: “Yo soy la Virgen del Rosario. Es necesario que los pecadores se enmienden y pidan perdón”.

Aquellos tres niños ya están en el cielo, lo que hace falta ahora es que inculquemos en la niñez de ahora una gran devoción a la Santísima Virgen.

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