Aguas con el otro Cajititlán


Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

Es obviamente muy lamentable lo que ha ocurrido en días pasados con la laguna de Cajititlàn en la zona periférica de Guadalajara, pues las más de 200 toneladas de peces que murieron por causa de la grave contaminación que ocurrió en dicho vaso lacustre, significa un gran daño para la ecología y un golpe muy fuerte para la economía de la gente de Cajititlán, sobre todo, claro, los pescadores que en esta actividad sustentaban las necesidades de sus familias.

El encabezado de esta nota quiere hacer referencia a la Presa de El Tule del Municipio de Arandas, que guardando las debidas proporciones en cuanto a tamaño y explotación piscícola se refiere, llama poderosamente la atención porque de unos pocos años a la fecha, se le han invertido millones de pesos en la siembra de peces, en construir un pequeño muelle, y además instalaciones físicas para convocar a la gente a utilizar la margen Oriente de la presa.

Ahí se construyeron terrazas y algunas otras cosas que servirían para tener una pequeña tiendita para vender artículos de pesca y varios, asadores, espacio para poner refrigeración y para preparar y vender el pescado sacado de la presa.

Además, se conformó una asociación civil que se llama “La Calandria” que encabeza Fernando Vázquez quien representa a un numeroso grupo de personas que tienen propiedades en la orilla de la presa y que tienen la intención de construir cabañas y hermosear esta zona para que sea atractivo turístico pero también lugar para la pesca deportiva y comercial.

No obstante lo anterior, se ha pospuesto en varias ocasiones y por diferentes razones, lo que debiera ser la prioridad número uno  para tal vaso lacustre y los inversionistas del lugar. El instalar una planta tratadora de aguas residuales que ayude a limpiar las descargas domésticas de la Delegación de Santa María del Valle, que pertenece a los Municipios de Arandas y San Miguel el Alto, pues dicha población ha ido en aumento paulatinamente y sus descargas residuales ya son lo bastante importantes como para ser tratadas y luego vertidas al río que desemboca precisamente en la Presa de El Tule.

Hasta ahora es un secreto a voces que dicha presa sufre de la contaminación en un grado todavía manejable, pero de continuar con esa desatención y olvido, se van a ir acumulando los desechos y podría presentarse un problema tan grave como el de Cajititlán, pues allá, según nos dicen los expertos, fue una acumulación de contaminantes que al paso de los años agotaron el oxígeno del agua y eso provocó la muerte de toneladas de peces.

Estamos a tiempo todavía para que las Autoridades Municipales de Arandas, apresuren las gestiones necesarias para que fluyan los recursos que permitan atender este grave problema ante de que empeore la situación y aquello se convierta en un muladar o en agua pestilente que no podrá preservar la vida, sino todo lo contrario y se perderán millones de pesos que se han invertido para hacer de este lugar, algo atractivo para el turismo y el comercio.

Quede ahi pues el señalamiento para quien corresponda y no se olvide de hacer los trámites necesarios correspondientes y así evitar otra catástrofe como la de Cajititlán. Estamos a tiempo todavía.
Nos leeremos en la próxima entrega.

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