Eucaliptos

¿De dónde habrá sacado la idea la gente de que iban a tirar los enormes eucaliptos de La Alameda de Tepatitlán ahora con motivo de su remodelación? No sé, pero yo también tenía esa idea, de algún lado la debimos escuchar o leer.

Recuerdo, quizás no bien, que el año pasado, luego de que una tormenta combinada con fuertes vientos, tumbó varios árboles en la calle Hidalgo, frente a la clínica de medicina familiar del IMSS y en una entrevista posterior, el director de Obras Públicas, Óscar Camarena, había hablado de un proyecto integral para remodelar La Alameda y entonces ahí fue donde habría dicho el funcionario que se tumbarían varios eucaliptos más para evitar riesgos de que volvieran a caer con algún fenómeno meteorológico.

Pero como no recuerdo bien lo dicho aquella vez, posiblemente sólo sea una invención mía aquello de que vayan a cortar varios eucaliptos.

Sin embargo faltaría aclarar de dónde sacó la gente esa preocupación, misma que le hizo llamar al noticiero radiofónico de Ramón Muñoz para comunicarle esa inquietud, la cual el conductor la mencionó al aire.

Y explicación no pedida culpabilidad admitida, al día siguiente el ayuntamiento publicó un boletín diciendo que no se van a cortar más eucaliptos, que sólo se harán “algunas podas laterales” y se removerán los tocones que quedaron de aquella vez que el viento tumbó algunos ejemplares el año pasado.

Y no nomás porque sí o porque a algún funcionario pa’ pronto tuvo la respuesta a los preocupados radioescuchas, fue porque así se determinó en una reunión del Consejo Ciudadano de Ecología y Medio Ambiente, que aparentemente tenía la misma inquietud y fue respondida con una explicación de parte de funcionarios municipales en qué consiste todo el proyecto.

Y pues bueno, para no cortar los eucaliptos y sólo hacerles “podas laterales”, se pidió la opinión de ecologistas, representantes de empresas, académicos del CUAltos y hasta a un miembro del Consejo de Cronistas.

No se talarán los árboles, como habían malpensado algunos, pues “los árboles históricos no deben de tocarse [sic] por ser referentes de los habitantes de nuestra ciudad y mudos testigos de acontecimientos históricos de Tepatitlán”.

Pues está bien, pero ¿y si esos “árboles históricos, referentes de los habitantes de nuestra ciudad y mudos testigos de acontecimientos históricos de Tepatitlán” se caen y causan daños o matan a alguien? ¿Por qué esos árboles no van a caer y los otros sí lo hicieron el año pasado, pese a que también eran “históricos, referentes de los habitantes de nuestra ciudad y mudos testigos de acontecimientos históricos de Tepatitlán”?

Hubiera sido más fácil que el ayuntamiento, con verdaderos expertos de Ecología y no cronistas, representantes de empresas o académicos del CUAltos (que sólo sirven para dar opinión de lo que sea y hasta les pagan por ello), explicara de forma simple y convincente que los eucaliptos restantes también son un riesgo para la población.

Ya pasó en Valle de Guadalupe, en su salida hacia Jalostotitlán, donde decenas de hermosos eucaliptos custodiaban la carretera y un día fueron cortados todos por el ayuntamiento y a pesar de que muchos se molestaron por la primera impresión, varios quedaron conformes al saber que eran un peligro ya para los automovilistas y peatones por ser árboles tan viejos y tan altos.

Pero acá a veces nos gusta hacerle al cuento y sacarle la vuelta a todo, nomás por evitar el conflicto.

Y los árboles de la avenida Gómez Morín, que esos sí estaban llenos de vida, además de fuertes y dar mucha sombra, simplemente fueron cortados a petición del nuevo centro comercial que está por abrir sus puertas en esa zona. Ahí no hubo académicos universitarios, cronistas ni representantes de empresas que abogaran por ellos, tal vez porque no eran “históricos, referentes de los habitantes de nuestra ciudad y mudos testigos de acontecimientos históricos de Tepatitlán”.

Bueno, ya que quede bonita La Alameda, si pasa por ahí y tiene la muy mala suerte de que le caiga encima un eucalipto de los que el ayuntamiento les perdonó la vida, échele la culpa a los académicos del CUAltos, representantes de empresas y cronistas que se opusieron a que los quitaran. Ni modo, ser un histórico, referente de los habitantes de nuestra ciudad y mudo testigo de acontecimientos históricos de Tepatitlán no es cosa fácil, hay que comprender.