En el bloqueo de la caseta
• “Pendejos e hijos de su puta madre” gritaba una viejita a los protestantes
• Los policías federales, sólo vigilando y cuidando que no se llegara a los golpes
7 días.- Dos días seguidos durmiendo a la intemperie en el patio del Congreso del Estado la semana pasada no sirvieron gran cosa a los productores de maíz de Jalisco, por lo que regresaron a las carreteras, concretamente a las casetas de cobro, para bloquear las mismas y exigir una mejora sustancial en el pago que reciben por tonelada de dicho grano.
En Tepatitlán se cerraron las casetas de la autopista Zapotlanejo-Lagos de Moreno y las del acceso a la cabecera municipal. Policías municipales y federales llegaron tan pronto se enteraron del conflicto, pero luego de dialogar con los productores se limitaron a estar vigilantes, mientras que los inconformes colocaban barreras a los pasos de vehículos y las filas de estos no se hicieron esperar.
Sólo se permitía el paso de vez en cuando, de manera libre y hasta desahogar el grueso de la fila de automotores, para luego volver a poner las barreras; el conductor que llegaba segundos después sólo podía resignarse a esperar unos 20 minutos, media hora o un poco más hasta que los productores decidieran de nuevo liberar el flujo.
Una señora de la tercera edad, a bordo de una lujosa camioneta, tras esperar parada bajo el sol y sin poder avanzar ni un centímetro, perdió la compostura y comenzó a llamar “pendejos” e “hijos de su puta madre” a los productores de maíz que le impedían el paso. Un hombre tampoco pudo contenerse y a una prudente distancia se quejó de los “estúpidos” policías federales y el “pinche” gobierno que no hace nada por resolver este tipo de conflictos.
Alfonso Leal, policía federal que vigilaba a maiceros y enfurecidos automovilistas, sólo sonreía nerviosamente y decía que la única manera de ayudar en el conflicto era cuidar que éste no se violentara y pedía paciencia a los conductores, asegurándoles que en breve se abriría la circulación.
Cuando por fin se abrió la circulación de forma breve, no pocos conductores arrancaron su vehículo a toda prisa para alejarse de la caseta. Una señora de mediana edad, visiblemente alterada, hizo rechinar las llantas de su coche, lo que le valió que un campesino se parara frente a ella para que no pudiera seguir; varios productores encararon a la fémina y le dijeron que debía ser más respetuosa o si no le impedirían el paso, la mujer estalló en lágrimas y les dijo que llevaba más de una hora parada y quizás los maiceros se conmovieron y al final, entre risas, finalmente la dejaron pasar.
Otro hombre aseguró que era médico y llevaba en su vehículo a una persona muy enferma y tras mostrar su cédula profesional y con mediación de un policía federal pudo por fin pasar la aduana de hombres del campo.
En cambio un señor de la tercera edad de plano se bajó de su carro y comenzó a decirle a los maiceros que tenían la razón, que el gobierno debe apoyarlos y que toda la sociedad estaría de acuerdo con sus demandas, pero que había otras formas de protestar, ofreciendo unirse a la protesta llegando a Guadalajara y hablar con las instancias que fueran necesarias.
Según datos de los mismos policías federales, al menos unos siete puntos carreteros en el estado fueron tomados por los campesinos desde las 13:00 horas de este domingo.
Un productor ya avanzado en años, rubio y de ojos azules y rasgos típicos de la gente de Los Altos de Jalisco, se quejaba que habían dormido durante cuatro noches seguidas en patio del Congreso, con temperaturas muy bajas, todo para que el gobernador los vacilara y les ofreciera sólo un apoyo de unos centavos extras por kilo de maíz.
El hombre agregó que Jalisco es el único estado que no apoya a sus productores de maíz, pues ya hasta la Federación les ofrece un mejor precio y debido a que no es negocio la siembra de este grano, la mayoría de los agricultores jóvenes han emigrado a otras partes a seguir sembrando, como Guanajuato y Aguascalientes.
“¿Por qué no van mejor a las oficinas del gobierno a quejarse?, ¿qué culpa tenemos nosotros?”, refería un automovilista. “Ya fuimos al gobierno y no nos resolvieron nada, discúlpennos las molestias, ya los vamos a dejar pasar”, explicaba el rubio y anciano productor.
Y así, por algunas horas, los usuarios de la autopista Lagos-Zapotlanejo debieron esperar varados en la misma, aunque sin pagar el peaje cuando por fin pudieron avanzar.
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