En el Barrio Alto
• El occiso quiso escapar corriendo pero fue alcanzado por las balas
• Los agresores se dieron a la fuga a bordo de una camioneta reciente
Un hombre fue obligado a bajar de su vehículo para luego ser atacado a balazos en repetidas ocasiones, quedando sin vida, para que luego sus agresores se dieran a la fuga con rumbo desconocido en hechos ocurridos este miércoles por la tarde en Tepatitlán, en la colonia Barrio Alto, en el cruce de las calles Ávila Camacho y Justo Sierra.
De acuerdo con testigos presenciales, aproximadamente a las 17:15 horas del miércoles, Rosalío Gutiérrez Muñoz, de 36 años, circulaba a bordo de un vehículo Nissan Tsuru en color plata por la calle Ávila Camacho, cuando un grupo de sujetos a bordo de una camioneta Chevrolet en color blanco, de reciente modelo, le cerró el paso al hombre, para luego encañonarlo con armas de fuego.
Gutiérrez Muñoz al verse amenazada y que ya no podía avanzar en su vehículo, bajó del mismo y comenzó a correr, al tiempo en que los sospechosos le efectuaban algunos disparos. Rosalío intentó esconderse detrás de un torton que se encontraba estacionado a unos metros del lugar, sin embargo sus atacantes lo alcanzaron y le acertaron varios disparos en su cuerpo.
El sujeto cayó al piso y comenzó a desangrarse, perdiendo la vida minutos después. Los agresores escaparon a bordo de la misma camioneta Chevrolet con rumbo desconocido y los vecinos del lugar llamaron al 066, presentándose más tarde una ambulancia de Protección Civil, cuyos paramédicos sólo pudieron determinar la muerte de Rosalío Gutiérrez.
Luego llegaron peritos forenses y agentes de la Fiscalía Central que se encargaron de fijar los indicios, en lo que la policía municipal resguardaba la escena del crimen. Se encontraron al menos 10 casquillos percutidos de arma de fuego, distribuidos en varios puntos del sitio de la agresión.
Mientras las autoridades trabajaban sobre la escena, la esposa del ahora occiso llegó avisada por un familiar de lo que había sucedido y al ver el cuerpo de su cónyuge sin vida entró en una crisis nerviosa y tuvo que ser auxiliada por sus mismos familiares.
Luego de reponerse un poco de la impresión, la fémina identificó los restos de su esposo y declaró ante el agente del Ministerio Público desconocer los motivos por los cuales su marido había sido agredido a balazos y también refirió no saber la identidad de quienes pudieran haberlo atacado.
El cuerpo fue levantado por personal del Servicio Médico Forense y llevado a la morgue de la ciudad para la práctica de la autopsia de ley. La calle Ávila Camacho fue cerrada a la circulación por algunas horas, en lo que decenas de curiosos observaban las labores de las autoridades y cómo había quedado el cadáver de Rosalío Gutiérrez.
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