Lacayos


¿Y si me tardo en aprender Civismo?

  Hace casi 200 años que se decretó la Independencia de México y nunca como ahora entiendo la importancia de aquel movimiento que iniciaran, entre otros Hidalgo, “La Corregidora” y otros Insurgentes.
Me explico:

 Aunque los procesos cívicos para alcanzar el poder en nuestro país no son perfectos, y hasta una Revolución se registró hace unos 100 años, ¡qué bueno que México es un país libre y democrático.

 No me imagino, hoy en día, vivir bajo un régimen donde los cargos públicos se hereden. Donde un grupo minoritario elija a quien nos gobierna. Un poder de iluminados de quienes dependan las decisiones más trascendentes para la comunidad.

 No imagino una ciudad gobernada por una pléyade de ignorantes que, con el cobijo de un apellido o unas siglas, dicten las normas bajo las cuales los habitantes de esta tierra debamos conducirnos, acatarlas y sujetarnos, sin más oportunidad de expresarnos, so pena de ser castigados o expulsados de la aldea por nuestras ideas o pronunciamientos.

 Hoy en día, gracias a la gente que ocupa cargos en el gobierno de Tepatitlán entiendo mejor las clases de historia de primaria.

 Sé lo que pasa cuando el encargado de hacer normas (edil) no las hace o las acomoda a su antojo o las tuerce para favorecer a su equipo, a su familia o a su grupo. Eso pasaba en el sistema monárquico, no en la democracia. 

En la democracia no aplican los caprichos para contratar o despedir empleados.

En la democracia un burócrata se debe al pueblo, no a su partido.

En la monarquía no hay empleados, hay lacayos; esos que hacen lo que les dictan, aunque no estén de acuerdo o aún a pesar de que vaya en contra de su doctrina o su dignidad. En la democracia un empleado opina, construye, aporta, resuelve, pensando no en la dádiva que recibirá, sino en el justo pago que merece por su contribución al desarrollo de su comunidad.

 Qué bueno que hay democracia en México, en Jalisco y en Tepa.

 ¿Se imagina si la nómina sirviera para comprar consciencias?

¿ Se imagina si el empleado no pudiera denunciar a su Jefe político?

¿Se imagina si el Oficial Mayor de un Ayuntamiento se prestara a contratar o a correr gente, nomás por llenar ambiciones partidistas?

 Eso afortunadamente no ocurre en una Democracia. Eso ocurriría en el México Virreinal, no en el México del Siglo XXI.

 Ahora entiendo pues, la importancia de haber ido a la escuela, de haber cursado la primaria y haber tomado clases de historia. Entonces era yo un chiquillo impertinente que no le ponía atención a mis maestros, pero ahora, tengo mejores ejemplos de cómo aplica la democracia y su diferencia con la monarquía, me basta con ver la diferencia entre empleados y lacayos…


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