Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Si Usted amigo lector, por razones de trabajo, necesidad o pasatiempo se ha dado una vuelta por la zona de Los Altos, sin duda que se habrá tenido que armar de paciencia y temor por su seguridad y esto debido a las malas condiciones en que se encuentran algunos tramos carreteros de la zona.
El deterioro del vehículo es lo de menos, aunque obviamente esto también tiene un costo económico importante. Lo más grave es desde luego la posibilidad de sufrir un accidente que le pueda costar lesiones graves o hasta la vida misma.
Pero eso no parece importarle demasiado al responsable del mantenimiento de las carreteras de la zona, pues créame que muchas de ellas se encuentran en pésimas condiciones y poco se ve de actividad para corregir tal situación.
Uno no sabe si es por falta de presupuesto o desatención a este asunto y creo que lo mejor sería que dieran la cara los responsables para que dijeran cual es la razón para no arreglar tales desperfectos en el asfalto.
Sabemos que el Pais y sus finanzas no se encuentran en el mejor de los momentos, lo comprendemos, pero entre las prioridades que se definan debería tomarse en cuenta el arreglo de las carreteras por la importancia que esto tiene.
El traslado de mercancías, productos y servicios, es algo que cotidianamente se tiene que dar. Es un intercambio que existe entre los Estados, los Municipios y las Regiones y los malos caminos entorpecen y encarecen (como si de por sí no fuera caro el precio de la gasolina, llantas y refacciones) los alimentos y otros.
El turismo, que es otra fuente de ingresos para la zona, sin duda también se puede ver afectado por las dificultades para circular y los peligros a los que se exponen los viajantes.
Y lo peor del asunto, es que a uno le ha tocado ver la construcción o reparaciones que se hacen a las carreteras en otros Estados, y uno se encuentra con que la calidad de las mismas es infinitamente superior en la generalidad de los casos, a las que se hacen en Jalisco.
Eso obviamente, aunque no se quiera, pone a pensar mal. O de plano hay contubernio entre gobierno y constructores para disminuir la calidad de los materiales usado para robarse parte del dinero, o de plano no saben hacer las cosas como se debiera.
Esta última opción la considero poco probable, pero es importante destacar lo que sucede a ver si alguien le pone remedio a las cosas.
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