Quién sabe en qué vaya a parar la jornada por la paz que la iglesia está organizando en Tepatitlán y del cual un entusiasta padre “Cuaresma” ya nos explicó algunos pormenores, pero bueno, cualquier cosa que busque la paz, aunque sea sin conseguirlo, sirve mucho más que algo que promueva la violencia, como los narcocorridos.
Hay que ver cómo se comportan los candidatos y políticos que fueron convocados. El sacerdote confía en que no se politice el asunto y asegura que se invitaron a todos, sin distinción de colores o siglas, pero creo que lo que menos harán las autoridades o aspirantes a ello, será subir una foto a sus redes sociales, de preferencia donde se vean con muchas personas y con un encabezado que diga: Fulanito de Tal presente en la marcha por la paz.
Y es cómo explicarse que tal o cual diputado es invitado a un evento público o privado, y no asiste y manda a un representante de su representante, por considerarlo de poca monta o poco útil para la imagen que buscan crear, en cambio cuando huelen que algo les servirá para sumarse simpatías o por lo menos serán vistos con gente o políticos todavía más pesados que ellos, no desaprovechan la oportunidad.
Es más, ni siquiera asisten a los asuntos que ellos mismos promueven, como cierta autoridad federal que intentó demandarnos, a petición de un lacayo suyo, que tenía coraje pero a la vez miedo para enfrentar al periódico y a los que laboramos en él; total que a la mera hora sólo se presentó el abogado, con quien se arregló el asunto y éste no pasó a mayores, a excepción de los promoventes (actores es el término legal) que igual tuvieron que pagar los honorarios.
Pero volviendo a lo del Padre Cuaresma, es de si no aplaudir, sí por lo menos resaltar lo que pretende llevar a cabo en compañía de un grupo de religiosos y laicos.
El evento está pensado principalmente en que los menores de edad hagan caso omiso de los mensajes de violencia y las invitaciones a la misma que existen por todos lados, que se den cuenta de que lo que pasa ahora: narcobloqueos, asesinatos, desapariciones y otros hechos de este calibre, no son normales ni deseables y que se pueden evitar si desde pequeños se aprende a identificar toda esta clase de porquerías y combatirlas para que no sigan sucediendo.
Existe el riesgo sin duda de que los políticos aprovechen para usar lo que ocurra el siguiente sábado por la tarde, en su beneficio partidista, pero allá ellos; dijo el sacerdote que no se podía no invitarlos, pues la jornada está dirigida a todo el mundo y se espera que asistan por lo menos unas 7,000 personas no sólo de esta ciudad, sino de otras partes del país.
Así que ahí está, ojalá haya éxito y esto no detendrá una bala disparada por un sicario, no meterá a nadie a la cárcel y mucho menos capturará a algún capo del crimen organizado, pero tampoco abonará a la cultura de la narcoviolencia y con suerte de este ejercicio saldrá uno o varios niños que en unos años más se encargarán de que no se propaguen más este tipo de actos.
Esto por una parte y por la otra, ojalá que ahora sí sea en serio la famosa Operación Jalisco, que en sus primeros intentos sólo dejó varios muertos, destrucción por gran parte del estado y terror en los habitantes…
Todo porque un operativo para atrapar a los malhechores falló, presuntamente porque alguien del mismo gobierno les “chivateó” a los mallando y estos lograron prevenirse y atacar antes de ser sorprendidos.
Hay un cochinero entre las corporaciones que debieran darnos seguridad en Jalisco, cuando antes éramos un estado ejemplo para el país. Ojalá que aparte de atrapar a los responsables de toda la barbarie, se vayan las autoridades que han traicionado a la entidad. Quién sabe quiénes sean, pero bueno, ojalá que la Operación Jalisco nos limpie de todo o casi todo lo malo.
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