Vaya sorpresa dio el médico Hugo Bravo al ganar las elecciones de Tepatitlán y dar además por primera vez el triunfo a un partido que no es ni el PRI ni el PAN.
Hugo Bravo afirma que Movimiento Ciudadano, su partido, es de centro, aunque para mucha gente siga siendo de izquierda, pero las palabras “izquierda” y “Tepatitlán” todavía no pueden ir juntas en una misma frase.
Recordemos que Movimiento Ciudadano nació hace unos años como Convergencia por la Democracia y en ese entonces sí estaba identificado con la izquierda, aunque quizás su cambio de nombre también haya incluido que se haya recorrido hacia el centro.
Pero bueno, izquierda, centro, derecha o lo que sea, creo que viene muy bien que se haya roto el bipartidismo en Tepa. A partir de ahora e independientemente de que al municipio le vaya mejor o peor con un nuevo partido, Movimiento Ciudadano será el revolvente que toda democracia sana necesita.
El PAN rompió la hegemonía del PRI en los 80’s y 90’s y las cosas mejoraron en los municipios que comenzaron a ser gobernados por Acción Nacional, pues luego el tricolor luchó para recuperarlos y la disputa siempre obliga a mejorar a los contrincantes.
Pero hete aquí que ambos partidos llegaron a una zona de comodidad, la que se ha visto rota en los últimos años en Jalisco por Movimiento Ciudadano, cosa que nunca pudo lograr el PRD pese a que tiene más de 20 años tratando de posicionarse en el estado.
En cuanto a las asignaturas de Hugo Bravo y su equipo, pues no son nada fáciles y hay curiosidad por ver cómo las resolverán o intentarán hacerlo. Mejorar la policía municipal no ha podido hacerlo el PAN en esta administración, pues aunque hubiera malos elementos y mandos que haya que dar de baja, existe el otro problema, igual o más grave aún, que no hay mucha gente que quiera ser policía.
Antes ser elemento de seguridad pública era la opción para gente sin estudios o que no encontraba un mejor trabajo, ahora para pertenecer a una corporación de este tipo es necesario un montón de requisitos, que no todos pueden cumplir, sin mencionar las amenazas a las que son expuestos los oficiales y que hacen que muchos de ellos renuncien por temor.
Entonces habrá que ver cómo hacen Hugo y su equipo para tener una mejor policía, que implique correr a los malos elementos y no solo suplir a los que se van, sino tener el mínimo que requiere Tepa y encima sean buenos oficiales. Nada fácil.
Lo otro es tener abiertas las puertas para toda la gente, sin importar partidos ni nada de eso.
Lo anterior implica que cualquier persona podrá acudir al nuevo ayuntamiento a solicitar empleo y si califica para un trabajo, será contratada. Pero, tampoco hay mucho margen de maniobra, pues el doctor no piensa hacer corredero de gente cuando llegue a la alcaldía y se infiere que en el primer círculo de funcionarios estará gente de la confianza del nuevo presidente, no gente que llegó gracias a una solicitud de trabajo.
Entonces para mí, el riesgo es que muchas personas se entusiasmen con la idea de trabajar en el ayuntamiento y lleguen las solicitudes por decenas o cientos, cuando la realidad es que sólo se contratarían a unos cuantos, unas pocas decenas en el mejor de los casos.
Lo anterior generaría desilusión y las primeras críticas hacia el ayuntamiento naranja, por una expectativa que no debió existir.
A lo mejor todo esto Bravo Hernández ya lo tiene previsto y tiene un plan que no conocemos ni imaginamos, si es así, pues qué bueno, pues significará beneficios para Tepa -mejor seguridad y más empleos- y los primeros puntos a favor del nuevo gobierno municipal.
Y fuera de esto, habrá que ver cómo es la sinergia, la alineación, el estar sintonizado con el proyecto alfarista de buscar la gubernatura de Jalisco y ver si lo que se quiere para Guadalajara y la zona metropolitana, se puede y debe implantar en Tepa y qué tan conveniente es.
Habrá que ver cuál son las coincidencias o diferencias del Movimiento Ciudadano de Tepa con el Movimiento Ciudadano de Guadalajara y que los actores políticos involucrados en eso logren congeniar todo y al mismo tiempo Tepatitlán sea beneficiado. Tengo curiosidad de ver cómo se logra todo eso.
Y por otra parte, los partidos que perdieron, PAN y PRI, pues ahí tienen la lección. Los panistas deben reconstruir los lazos rotos y lograr una buena unión para 2018, que les permita recuperar algo, lo que no es fácil, porque la crisis del PAN no es exclusiva de Tepa, pero si los blanquiazules locales ponen su parte, entonces quizás tengan esperanza de volver fuertes dentro de tres años.
Y el PRI, parece que les gustó ser el segundo lugar de forma permanente; cada tres años llegan a su límite, el cual no logran ampliarlo. La esperanza del tricolor, parece, no es mover la mayor cantidad de votantes, sino esperar a que el PAN -aunque ahora será MC- no levante lo suficiente, sea débil y ganarle con lo que ya tiene de planta el Revolucionario, que no es poco, pero tampoco mucho como para ganar una elección en Tepa de forma arrolladora.
Vienen tres años interesantes: un nuevo partido joven y con muchos bríos y dos partidos viejos que deben reconstruirse; lo que haga el primero por mantenerse y los otros dos por recuperarse, debería ser algo digno de no perderse.
Limpia
Si los de Movimiento Ciudadano estaban pensando en correr gente del ayuntamiento, pues ya se les adelantó la actual administración que comenzó con una pequeña limpia de funcionarios y trabajadores que habrían saboteado internamente la candidatura y campaña de Norberto Venegas.
Como era de esperarse, varios de los trabajadores corridos, gente y algunos periodistas que siguen resentidos contra el actual ayuntamiento, su alcalde y el candidato Norberto Venegas, ya pusieron el grito en el cielo y dicen que es injusto el despido, que es un atropello más del grupo de Jorge González Arana y “otro signo de la descomposición del panismo tepatitlense ‘y el grupo que lo controla’”.
Para los que ni nos va ni nos viene este tema, el despido de estos funcionarios es sólo la consecuencia de todo lo que ha venido ocurriendo desde principios de este año. Y cuando se hace una advertencia más vale cumplirla, porque si no queda uno como un pelele, un blandengue que le tiemblan las piernas y que decide mejor no actuar por temor.
Los corridos ya habían sido advertidos, les pidieron que le bajaran a su coraje y a sus ganas de seguir boicoteando el proyecto que buscaba continuar gobernando en Tepatitlán, pero no hicieron caso y quién sabe si el sabotaje se haya limitado a echar pestes en las redes sociales o haya sido algo más.
En cualquier empresa pública o privada, siempre hay que actuar en equipo, poner el hombro, pues de eso depende el éxito y la continuidad del grupo. Si los jefes o algún compañero hacen alguna chingadera en contra de alguien o ese alguien tiene la percepción de que se lo chingaron, pues el tema se platica y se resuelve ahí mismo, o de plano es mejor separarse de la empresa y entonces sí hablar mal y actuar en consecuencia contra los injustos.
Pero no se puede seguir mamando la ubre y gruñir al mismo tiempo.
Ahora todo el grupo salió perdiendo y todos quedaron sin ubre. La hoguera de las vanidades nunca se apagó y pudo más que la cordura y la unión de grupo
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