Se quejan vecinos por granja que contamina



Junto al Circuito Interior


• Ya han acudido a la autoridad pero nadie les ha hecho caso

• Excrementos de gallina y moscas causan enfermedades, aseguran

7 días.- Vecinos de los fraccionamientos Las Calles de Alcalá y El Mesón se quejan por las descargas de aguas malolientes, provenientes presuntamente de una granja avícola que se encuentra sobre el bulevar Anacleto González Flores en su cruce con el Circuito Interior Juan Pablo II. El río de aguas de dudosa calidad corre a cielo abierto de forma paralela a la nueva avenida y no ha habido autoridad que hasta ahora haya tomado cartas en el asunto, denuncian los quejosos.

De forma anónima, pues temen represalias por los propietarios de las granjas, un grupo de colonos de los mencionados fraccionamientos dieron a conocer a este Semanario que a un costado de la mencionada granja, hay un agujero en la pared, de donde sale agua con mal olor y aspecto, misma que corre de forma paralela al Circuito Interior a través de un canal de aguas pluviales.

Esas aguas, que a veces contienen excremento de gallina, según los vecinos, llegan hasta las colonias ya mencionadas, causando malos olores, plagas de moscas y enfermedades entre los pobladores.

Los pobladores afectados acudieron ante las autoridades municipales en el mes de marzo, concretamente a la dirección de Ecología, donde solicitaron la reubicación de la granja o por lo menos impedir ese flujo de aguas negras hacia la vía pública, problema que ya es añejo, de acuerdo con los quejosos.

Con la construcción del Circuito Interior Juan Pablo II, los vecinos de la zona creyeron que la autoridad metería en cintura a los propietarios de la granja, pues el trazo de la nueva avenida ocuparía parte de los terrenos de la avícola, por lo que había la esperanza de que esas instalaciones serían reubicadas fuera de la ciudad o al menos se resolvería el problema de la descarga de aguas pestilentes.

Pero las autoridades no pudieron convencer a los dueños de la granja que cedieran parte de su predio para trazar el Circuito, por lo que éste debió ser modificado en su diseño y respecto a las aguas de desecho, se construyó un canal pluvial a un costado, por lo que el líquido pestilente ahora se va por dicho desagüe y pareciera que fue más bien construido para que estuviera al servicio de los propietarios de la avícola y no para conducir las descargas de aguas de lluvia.

Y pese a que no se ha hecho nada por corregir el problema, los afectados confían en que alguna autoridad tome cartas en el asunto y se resuelva este problema de contaminación y salubridad.

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