Cuando una persona ha llegado a su límite


Por Oscar Maldonado Villalpando

Urgencia de salir de la rutina, de superar los problemas, de descansar.
Todo ser humano necesita ayuda, necesita profundizar en su formación integral: Humana, intelectual y espiritual.

Síndrome de burnout

¿Le han dicho que usted ya no es el o la misma? ¿Que ha cambiado mucho? ¿Usted mismo o misma se desconoce y se pregunta: por qué soy así?

Síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal. Es como llegar al límite de la persona, donde todo está a punto de explotar, de estallar.

¿Sabes descansar?

La persona que tiene, por su servicio o vocación, el encargo de tratar con personas como el sacerdote, el médico o el maestro y similares, corre el peligro de caer en un estado delicado. Por eso es muy necesario que el descanso sea eso precisamente, salir de su problemática ordinaria y dedicarlo a descansar y desestresarse.

La actividad humana con otras personas

El contacto con el otro implica:
Actitud de servicio
Trato.
Diferencias.
Llegar a acuerdos.
Evaluar.
Renovarse.
Se da en profesiones donde se tiene contacto con las personas de manera continua y en donde frecuentemente hay una carga afectiva en la interacción del que    presta la atención y el que la solicita, pudiendo ocurrir en individuos que realizan un trabajo de servicio público, principalmente educadores y personal médico.
La situación delicada ocurre en:
Relaciones médico-paciente, que se pueden aplicar a toda profesión social.
Es el encuentro entre una confianza y una conciencia.    
Ahí viene la crisis que se produce a consecuencia del estrés personal e institucional.
Se define en tres aspectos:
Cansancio emocional.
Despersonalización
Disminución de la realización personal en el trabajo.
Afecta al 20% de personal de la salud en su mayoría médicos residentes, en el estudio de referencia.
¿Cómo sale a flote el problema, cómo se puede manifestar?
Llega a confundirse con diferentes entidades psiquiátricas, siendo la más común, la depresión, de ahí que enfrentamos un problema mayor por su mal manejo, cronificando así el síndrome y hundiendo al paciente en un mayor deterioro    físico,    emocional, laboral, familiar y social.
Se instala en cuatro fases.
1.- Al principio se da usted cuenta de que está agotado física, mental y emocionalmente.
2.- Después se siente cada vez más culpable por no poder funcionar “como debería”
3.- En tercer lugar, para defenderse de ese sentimiento de fragilidad puede ponerse un escudo de cinismo y de amargura.
4.- Al fin el sentimiento de fracaso y de impotencia para cambiar su situación lo lleva a una “Crisis” en la que estalla.
  
Características

Incapacidad para establecer el contacto emocional para la realización satisfactoria del trabajo. (Despersonalización)
Para el profesional afectado, los pacientes dejan de ser de ser personas para convertirse en casos clínicos.
Predominan actitudes negativas, insensibilidad y cinismo hacia aquellas personas que reciben sus servicios y hacia sus compañeros de trabajo o familiares. (Deshumanización)

Consecuencias

Irritabilidad y falta de motivación.
Baja productividad laboral, baja moral, poca autoestima, incapacidad para soportar el estrés ambiental.
Distanciamiento emocional, sentimiento de soledad, impotencia, apatía, hostilidad, suspicacia, irritabilidad, somatizaciones (gastro-intestinales, cardio-vasculares, respiratorias, inmunológicas, afectaciones sexuales, musculares y del sistema nervioso. Etc)
La personalidad.
Rasgos obsesivos, perfeccionismo, ansiosos, dependientes, narcisistas.
Falta de apoyo por autoridades y directivos.

En cualquier situación, se debe evitar el sentimiento de culpa, conocer y saber expresar la propia situación, en lugar de culpa tener responsabilidad de los hechos. Esa es una buena pista.

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