Esposo



¿Cuál fue el mandato electoral en Tepa?

Con el triunfo del Movimiento Ciudadano quedaron dos cosas claras: La gente de Tepa ya no quiere ni PRI ni PAN en el gobierno. El hartazgo fue catalizado en alternancia.

Hay cosas obvias tras el triunfo: Hugo Bravo será el presidente y Nena de Anda fue un factor decisivo en el triunfo en Tepa, lo que le pone, desde ahora, en la carrera por la alcaldía dentro de tres años.

Ese es el escenario simplista. Pero nunca faltan los aguafiestas, los futuristas, que ya comienzan a intentar descubrir o develar a dónde llevan los hilos del próximo alcalde tepatitlense.

Hay quienes dicen que Hugo será quien mande. Otros opinan que será Nena de Anda y su comadre Sanjuana Jiménez. Otros creen que Enrique Alfaro les dirá, desde Guadalajara, qué hacer y qué no hacer en Tepa, con miras a la elección del 2018. Otros más aventurados apuestan que será el esposo de la Nena de Anda quien mande, quien gobierne a Tepatitlán tras la figura de Hugo Bravo.

Así las cosas, las apuestas ya corren desde ahora no por los logros que pueda alcanzar el partido naranja en su aventura de gobernar Tepatitlán. Muchas apuestas están desde ahora en quién tomará las decisiones más trascendentes o, quién tomará las decisiones del municipio. Ahí ven algunos al empresario José Luis González, esposo de Nena de Anda, a quien identifican como un hombre exitoso, pilar de la empresa metal-mecánica tras la ausencia de Don Ramón de Anda y pieza fundamental en la organización política que sacó al PRI y al PAN del gobierno en Tepatitlán.

Le conozco muy poco, lo he tratado muy poco, pero no me atrevo a asegurar que veremos al “Güero” en la escena política del municipio. Sobre sus hombros está el emporio del grupo industrial de la familia De Anda; por sus manos pasan muchas, por no decir la gran mayoría de las decisiones de ese grupo empresarial influyente y generador de empleos, que goza de un prestigio inigualable entre la población. Por eso no veo al esposo de Nena de Anda tomando decisiones en Palacio Municipal.

Hay quienes me aseguran que, desde ahora, varios de los nombramientos de la próxima estructura de gobierno de Tepatitlán quieren ser impulsados (no sé si impuestos) desde la oficina de la calle Industria, al sur de la ciudad.

Hay quienes sugieren fuertes discusiones para que se acaten sugerencias o imposiciones a algunas de las áreas claves de la próxima administración.

Me atrevo a dudar que así sea, pues Hugo Bravo estaría poniendo su destino en manos ajenas a su voluntad y con ello, corriendo el riesgo de convertir, otra vez, al gobierno de Tepa en una agencia de colocación, de compadrazgos, de amiguismos, ajenos al deseo mayoritario del pueblo quien busca (eligió) que las cosas cambien en la burocracia del municipio.

Falta mes y medio para que llegue el nuevo equipo de gobierno de Tepatitlán. Algunos nombres ya se barajan para ocupar puestos públicos a partir del 1 de octubre. En esa carrera contra el tiempo y en los primeros tres meses de gobierno, veremos de qué está hecho el futuro alcalde… y quién mecerá la silla en la que despachará los próximos tres años.

En tanto, las dudas corren, también las apuestas.

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