La semana pasada agradecí en este espacio al presidente municipal de Tepa, al Dr. Hugo Bravo y a sus colaboradores, el que hayan acudido a la colonia Juan Pablo II para escuchar las inquietudes de los vecinos. También señalé -me pareció que fue una crítica sana y constructiva- la desafortunada expresión que tuvo el Presidente Municipal, al decir a los colonos que “lo barato cuesta caro”, porque compraron su casa en ese desarrollo habitacional y ahora se quejan de que el camino a Santa Bárbara está intransitable y le piden bacheo. Y comenté de paso la mala educación del director de Obras Públicas Adrián Terrazas, que dejó hablando sola a una persona que le preguntó si podría la autoridad tapar los baches mientras se consiguen los recursos para la pavimentación del camino.
Creo que el Dr. Hugo lo tomó por el lado amable, como era de esperarse de una persona bien nacida y además inteligente. Alguien razonable, cuando se entera de que la regó lo menos que puede y que debe hacer es reflexionar acerca de su error y hacerse el propósito de que no se vuelva a repetir. Me dijo mi patrón un día, hace de esto ya muchos años (ya hasta se murió el hombre, un hombre sabio) una vez que cometí un error, me regañó muy fuerte, me dijo que había puesto en peligro mi integridad y hasta mi vida, me puso como campeón (una de las dos únicas veces que me regañó en diez años, fueron más las que me felicitó por mi trabajo) y me advirtió que la peor pendejada sería repetirla, volver a incurrir en el mismo error. Y se lo agradecí. Sé que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero no todos tenemos que ser ese animal. Desde entonces trato de aprender de mis errores, para no cometer la peor pendejada de la que me habló mi patrón Yayo Gutiérrez.
Estoy seguro de que al Dr. Hugo Bravo le pasó lo mismo, que comprendió que no estuvo bien haberles echado en cara su pobreza a los vecinos de Juan Pablo II, y que no le volverá a suceder. Del que no estoy seguro de que lo haya tomado por el lado amable, sino al contrario, es del director de Obras Públicas, que hizo un comentario en facebook exhortando al 7 días a que no se preste a mentiras. Es decir, según Él es mentira que haya sido grosero con quien le hizo una pregunta. Le recuerdo que ésta se la hizo Gabriela González Ontiveros, la gerente del periódico 7 días, que ahí vive, y que estaban presentes docenas de personas que fueron testigos de su mala educación, de que le dio la espalda y la dejó hablando sola, y de que Ella se tuvo que callar, desconcertada, porque no esperaba que un funcionario tan respetable, con estudios, culto y “educado” le diera la espalda e ignorara su pregunta.
Eso dice más aún de la personalidad de don Adrián Terrazas. Yo en su lugar apechugaría la crítica y me quedaría callado para no complicar más el asunto, que en realidad no tiene importancia, al mejor cazador se le va la liebre y esto seguramente fue lo que le ocurrió, un resbalón que podemos tener cualquiera, y que nos debe motivar a fijarnos más dónde pisamos en lo sucesivo. Dicen que errar es de humanos, pero es más de humanos aún echarle la culpa a otro de nuestros errores. Para qué decir que alguien miente, o que mintió, cuando sabemos que es verdad la falla o el descuido que tuvimos. Desde aquí le ofrecemos una disculpa al señor Adrián Terrazas si lo incomodamos, y esperamos sinceramente no tener motivos para volver a hacerlo.
0 Comentarios