Para los políticos metropolitanos, Tepatitlán es un municipio tan pequeño que no merece, siquiera, aparecer en las notas informativas, ya no digamos en las estrategias de sus políticas públicas. Sean del PRI, del PAN y ahora del Movimiento Ciudadano.
En el periodo entre la elección y la toma de protesta de las autoridades tepatitlenses, escuchamos, varias veces, a los funcionarios electos, decir que su estrategia dependía mucho de las decisiones que en Guadalajara (osea Enrique Alfaro) sugiriera. Ese fue un pretexto para no dar a conocer a tiempo nombramientos, ni planes ni estrategias. Alfaro asumió en Guadalajara como alcalde y, allá, él trae su propia agenda, incluidas las electoreras acciones metropolitanas.
Tepa se quedó huérfana, otra vez, de las “grandes decisiones” de la política capitalina.
En el escenario regional, Tepatitlán es el municipio que más empleos formales genera, es el municipio con mejor captación bancaria (similar al de todo el Estado de Colima), es el que mayor infraestructura educativa, médica, comercial, en telecomunicaciones y carretera, tiene en la región.
Sin una Virgen como la de San Juan, sin un corredor industrial como Lagos, ni con un pujante y ramo tequilero como Arandas, Tepatitlán ha caminado con, sin o a pesar de los políticos y sus políticas públicas.
Pero ahora, hay un ingrediente más que los tepatitlenses suman a la orfandad tapatía: El bulling que le hacen las fracciones partidistas de la región Altos Sur.
Desde hace tiempo que a Tepa no se le permite llevar el ritmo regional, aún y con la cabecera distrital, aún y con su peso económico y de infraestructura.
Ayer escuchaba que los municipios alteños no le reconocían a Tepa porque el entonces alcalde Jorge Eduardo González no iba a las reuniones que por ello Arandas, San Miguel y Yahualica se llevaban las coordinaciones, las obras y las inversiones.
El escenario cambió. Tepa optó mayoritariamente por romper el bipartidismo y, ahora, el pretexto es que el alcalde Hugo Bravo no sabe de política.
Como quiera que sea, al municipio de mayor peso social, económico y de infraestructura, se le sigue regateando el apoyo y respaldo político. Ayer porque eran el PRI o del PAN. Ahora porque es del MC.
Ante este escenario, el alcalde Hugo Bravo tiene un gran reto. Sepa o no de política. Pertenezca al MC o sea un beneficiario de Nena de Anda.
El reto es posicionar, de nuevo, a Tepatitlán como lo que es: un municipio fuerte, influyente, líder.
No puede seguir al alcalde en turno, dependiendo de músculos tapatíos o querencias ajenas.
Para posicionarse como municipio líder, Tepatitlán debe dejar en claro cuál es su posición, su propuesta, su fuerza y su tejido social. Esa es la tarea que tiene, en el panorama regional, el alcalde de Tepa.
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