Leyenda española


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Hay una leyenda en la ciudad de Segovia que expresa el amor de una madre, y en el caso de María se aplicaría para explicar ejemplarmente la misericordia de Ella. En síntesis dice así:

Llegó un día en que dos hermanos, en sus diferencias, discutieron fuertemente. La madre intervino con su palabra intentando atraer a sus hijos al perdón y la paz. No lo consiguió: El menor, lleno de ira, se abalanzó con un puñal sobre su hermano. La madre, llena de reflejos y veloz, se interpuso entre sus dos hijos, pues no quería la muerte de ninguno de ellos. El menor, ciego de violencia, hirió con el puñal a su madre, que cayó muerta entre ambos. Y se hizo una montaña de separación, quedando el hijo menor del lado de Madrid y el hijo en el lado de Segovia, en la montaña que hoy se llama ¨la mujer muerta¨. 


El hijo menor es la humanidad, que con su pecado da muerte al hijo mayor. El hijo es Cristo. La madre de los dos hermanos es María. El puñal del pecado que va dirigido al hermano mayor, también hirió a la madre en su corazón. Un mundo lleno de miserias se esconde bajo el poder de María. El mundo está lleno de marginaciones, de miserias físicas y morales de todo tipo. Necesitamos por ello una reina que sea fiel reflejo de la infinita misericordia de Dios. María es esa reina y madre entrañable que se apiada de sus hijos en la vida y en la muerte. Confiemos siempre a su Corazón Inmaculado nuestra vida, nuestra muerte y nuestra Salvación.

Podemos estar seguros que ninguno que le tenga devoción a la Virgen María se condenará.


Pero debe ser una verdadera devoción que no consiste en puro sentimentalismo, sino en un trato uy especial con ella en la oración y sobre todo imitando sus virtudes de pureza, obedeciendo a Dios y servir calidad para con las personas que nos necesiten.

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