El enojo de Televisa


Se ha criticado mucho desde hace varios días a Jorge Vergara, el dueño de las Chivas, por habernos dejado sin la posibilidad de ver los partidos de este equipo por televisión abierta, ni siquiera por la restringida, pues se le ocurrió nada menos que hacer un canal exclusivo del rebaño que pase los partidos por internet.

Y aún más, Televisa y sus comentaristas propios y ajenos pero igual de barberos, se han dado el lujo de burlarse de Vergara, insinuando que es un pendejo por la lana que dejó ir al renunciar a un contrato millonario por los derechos de televisión con Televisa o con cualquier otra televisora.

Argumentan diciendo que no sólo perderán con el canal Chivas TV de internet, sino que perderán seguidores al ya no pasar la señal por los canales tradicionales relativamente al alcance de todo el mundo con sólo encender un televisor, o bien, que cómo es posible que el equipo más popular de México se vuelva tan elitista y exclusivo al negarse a transmitir sus partidos por televisión.

La campaña en contra de Vergara y Chivas por parte de Televisa y sus lamebotas o incondicionales, dentro o fuera de dicha televisora, es muy fuerte y esos detractores, gratuitos y no, aprovechan cualquier detalle: que si la señal se cae, que si el internet es lento y malo para la mayoría de los mexicanos, que nadie comprará los paquetes de partidos por internet de Chivas por caros cuando eran gratis y más accesibles por televisión “abierta”…

Pero, quitando las fallas y lo caro de los partidos, que nos están dando en la torre a los que simpatizamos por el rebaño sagrado y que hemos decidido hasta ahora no pagar por verlos en internet, se están equivocando los mercenarios al servicio de Televisa en sus críticas.

Platicando el otro día con un amigo restaurantero, éste me contó que ya había comprado el paquete completo de partidos de Chivas por internet para ofrecerlo a sus comensales; costó 2,000 pesos e incluye todos los juegos del rebaño como local, absolutamente todos, así sea la liga MX, la Copa, amistosos o cualquier otro.

Y por contratar y pagar Chivas TV, el empresario canceló el servicio de Sky, televisión satelital propiedad de Televisa.

-¿No es más caro? Le pregunté.

-No, al contrario -respondió-, Chivas TV me costó 2,000 pesos por todos los partidos y por el Sky pagaba unos 500 o 600 pesos por mes, 6,000 pesos al año y ni siquiera tenía todos los partidos de Chivas; Sky abusaba mucho de las empresas con sus partidos “exclusivos”, pero yo ya lo quité y en cambio tengo Chivas TV -finalizó su explicación-.

Ahí me di cuenta de cuál está siendo el coraje de Televisa, que no sólo se le fue uno de sus grandes generadores de ganancias, su odiado Chivas, sino que ya sabía que le pegaría directamente a su otro gran negocio que es Sky.

En días pasados Jorge Vergara aseguró tener ya 120,000 suscriptores de Chivas TV; vamos a suponer que de esos 120,000, al menos un 30 por ciento eran restauranteros o propietarios de bares que tenían contrato con Sky para ver al rebaño, o sea, unos 240 millones de pesos menos (aproximadamente) que Televisa dejará de recibir al año por aquellos que dejaron de pagar el Sky para irse a Chivas TV. Pues ya duele eso.

Y que vaya a extrañar el dueño de Chivas los 16 millones de dólares anuales que le daba Televisa por los derechos de transmisión de sus partidos, pues como que tampoco: Si en verdad Chivas TV ya tiene 120,000 suscriptores y suponiendo que al menos la mitad de ellos contrataron el paquete completo de 2,000 pesos por temporada -dos al año- por todos los partidos, significa al menos 240 millones de pesos anuales, o sea, poco más de 12 millones de dólares en un año, nada mal para ser el arranque de esta nueva empresa, que tiene mucho para crecer y en cambio con Televisa se había llegado a un tope en el dinero ofrecido.

Ahí se entiende la furia de Televisa, que el nada tonto Vergara le anda pegando por dos lados, si no es que por otros más, con la creación de su propio canal de internet que ya le está quitando atractivo al caro Sky y que con apenas un partido de fútbol como local ya aseguró al menos la tercera parte del dinero que Azcárraga le daba por derechos de transmisión.

Pero los jilgueros televisos, que los que trabajan en dicha empresa se entiende que apoyen al patrón y pataleen junto con él, pero ¿los de otras televisoras y medios haciéndole el caldo gordo a Azcárraga?, seguirán fustigando a Chivas y Vergara.

Y ciertamente nos afecta ya no poder ver gratis a las Chivas, ciertamente también que muchos no tenemos planeado contratar Chivas TV por lo menos en esta temporada, pero de que Vergara sea bueno para los negocios no hay duda; él ve el dinero donde nadie más lo puede ver, es un don que pocos tienen.

Y que esto sirva de lección para todos aquellos que nos dedicamos a la comunicación en algunas de sus formas, que nos abra la mente y nos haga explorar nuevas formas de hacer negocios con la información, en vista de que los canales tradicionales, entre ellos la prensa escrita y la televisión abierta de Azcárraga, dan cada vez para menos.

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