El día de ayer un caballo que arrastraba una calandria sobre avenida Chapultepec colapsó a mitad de la vía. El incidente fue documentado a través de redes sociales y provocó una avalancha de críticas de usuarios por la existencia de estos vehículos turísticos.
Por lo que a través de Facebook el Ayuntamiento de Guadalajara informó que los Inspectores de la Unidad de Protección Animal asistieron al caballo además de proceder con el dueño de este.
Además se informó que serán retirados todas las calandrias del Centro de Guadalajara y no podrán volver a instalarse en el Parque de San Francisco, a un costado del Mercado San Juan de Dios o a lado del Museo Regional hasta que se asegure que los caballos serán trasladados al lugar donde pasan la noche en remolques o vehículos especiales.
No es la primera ocasión que organismos de la sociedad civil y agrupaciones defensoras de los derechos de los animales levantan la voz en contra de las calandrias. En octubre de 2015 se divulgó una foto de un caballo que se desmayó sobre avenida Vallarta a su cruce con Argentina, incidente que provocó una ola de críticas a este servicio.
A lo largo de la pasada administración tapatía, la dirección de Control Animal de Guadalajara sugirió la salida de circulación de 10 de los 110 caballos utilizados en calandrias, debido a su mal estado físico o su vejez.
En marzo de este año, Marilyn Gómez Pozos, directora de Gestión Integral de los Derechos de los Animales, indicó que se buscaba que los caballos y los carros quedaran reguardados en instalaciones del Ayuntamiento en el Parque González Gallo.
"Se alimentarían ahí y serían cuidados por veterinarios del Ayuntamiento, sin costo para los dueños. También habría programas de actualización a los calandrieros para que conozcan de historia del Centro Histórico y que los recorridos tengan un valor agregado", explicó.
Gómez Pozos señaló en marzo que se buscaban convenios con la iniciativa privada para que proporcionen el alimento de los caballos e indicó que también que se buscaba regular los horarios en los que operan las calandrias para evitar que se mezclen con el tráfico durante las horas pico.
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