Urge campaña contra contaminación auditiva


En Arandas no tiene punto de comparación la contaminación auditiva que sufrimos los habitantes de la cabecera municipal. Se ha abusado impunemente del perifoneo, cuyos vehículos circulan a baja velocidad estorbando el tránsito fluido de vehículos y con anuncios que pretenden hacer llegar de esquina a esquina con volúmenes en sus aparatos que rebasan con mucho los decibeles razonables que no dañarían a nuestro sistema auditivo.

Los motociclistas, son un doble peligro. Contaminan auditivamente porque se desprenden de los silenciadores que de fábrica tienen sus motos y todavía les agregan aditamentos que las hacen más ruidosas. Aparte de ello circulan impunemente por la ciudad a gran velocidad y en zigzag rebasan a los vehículos por derecha, izquierda o por donde sea.
Llama la atención que en su mayoría son jóvenes, muchos de ellos atentando contra su propia vida al circular de la manera que expliqué pero además sin casco protector para el caso de una caída o accidente, poniendo en serios predicamentos a los conductores que ya no saben de qué lado les puede aparecer rebasando un motociclista.

Se han hecho intentos tibios para frenarlos, pero ha sido cosa temporal y que por su corta duración sus efectos también son de corto alcance y luego retoman las malas conductas al conducir.

La situación económica que vive el Pais sin lugar a dudas influye en que la mayoría de las personas no tengan los recursos económicos necesarios para hacerse de un automóvil o vehículo que les transporte con más comodidad y menos riesgo, eso se entiende, pero la Autoridad se ha quedado corta para meter en cintura a estos kamikazes que abundan por la ciudad, especialmente los repartidores de servicios que ofrece el comercio de Arandas.

Pero hace falta planeación, logística. Acabo de ver un oficio girado por la Dirección de Prevención de Accidentes, a un taller en donde se instalan o reparan mofles. En ese oficio se les conmina a los encargados dejar de instalar aditamentos ruidosos en las motocicletas y se le advirtió que es la primera llamada de atención, lo que hace suponer que podría haber otro tipo de intervención de este organismo, pero he aquí que existe un gran error al plantear el asunto a los mofleros.

No conozco ninguna Ley que prohíba a los mofleros de la instalación de silenciadores o escapes de cualquier tipo, por lo que no sé de dónde podrían sacar un argumento para sancionarlos.

En cambio, el reglamento de vialidad, si tiene establecidas normas punitivas para sancionar a aquellos vehículos, incluidos motocicletas claro, que circulen con escape ruidoso.

De ahí que esté mal enfocada la atención de Prevención de Accidentes, pues a los únicos que la Ley autoriza a sancionar por ese motivo, es al Departamento de Vialidad.

La intención de Prevención de Accidentes es buena, es loable, es plausible, pero está mal dirigida. Llega la amenaza al lugar erróneo y deja sin tales advertencias a los que son los verdaderos infractores.

Ojalá que enfilen sus baterías y atención hacia los verdaderos culpables de la contaminación auditiva. Ahí si los respalda la Ley, en el otro caso realmente no.


Nos leeremos la próxima.

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