Los papás decidirán si se cambia la ETA: Hugo

• Pero tienen que hacerlo rápido, si no los Aldrete podrían rajarse

• Funcionarios muuuy interesados en que la escuela se vaya para otro lado

La decisión de cambiar de lugar a la ETA 31 será ahora de los padres de familia y los maestros, aunque Hugo Bravo y autoridades municipales y estatales esperan que se lleve a cabo, pues una negativa sería una noticia mala para todos los involucrados, de acuerdo con algunos funcionarios que el pasado lunes por la mañana se vieron más bien como promotores de que la secundaria sea construida en otro sitio y no como mediadores en el asunto.

El asunto de la Escuela Técnica Agropecuaria (ETA) No. 31 y su negativa a ser reubicada en un predio más chico, motivó un encuentro entre autoridades municipales, estatales y maestros y padres de familia, así como organizaciones sociales ajenas a la secundaria pero que aseguran velar por la educación de los jovencitos que estudian en ese plantel.

La reunión se llevó a cabo el lunes por la mañana en la biblioteca de la ETA, mientras los alumnos seguían asistiendo a sus clases habituales.

En el transcurso de la reunión, abogados contratados por la familia Aldrete (a la que se le daría el terreno), encabezados por Guillermo Navarro, aguardaban algún veredicto en el patio de la escuela, lejos de la biblioteca, pero por esta ocasión debieron irse como llegaron, sin ningún acuerdo para sus clientes entre sus manos.

Trabajando en día de descanso

Ese día, por ser el de la Virgen de Guadalupe, los trabajadores municipales tenían asueto y sólo un puñado de funcionarios se hizo presente, entre ellos el alcalde Hugo Bravo y los regidores Alfredo Padilla, Alejandro González y Norberto Venegas.

Comenzando la reunión, la posición de algunos era más que clara: Los enviados de la Secretaría de Educación, que supuestamente iban a explicar a los inconformes las ventajas de tomar el ofrecimiento de la familia Aldrete y cambiarse a un nuevo edificio que se construiría a un lado del Cecyte, más bien amagaban a los maestros y padres de familia con la mudanza de la ETA.

Algunos funcionarios municipales, aunque más mesurados, como el director de Educación Armando Preciado, señalaban que a la secundaria le convenía cambiarse y llegar a una nueva escuela; Preciado incluso relató que hace 20 años, cuando él estaba en la primaria Niño Artillero y las autoridades municipales les propusieron dejar el edificio para instalar lo que ahora es el museo de la ciudad, también se oponían, pero luego vieron que la mudanza fue beneficiosa.

Los regidores Alfredo, Alejandro y Norberto sólo escuchaban y al final los dos últimos se fueron antes de que acabara la reunión, argumentando que tenían otros compromisos.

En el intercambio de opiniones Hugo Bravo intervino una sola vez y en tono conciliador explicó que nada estaba decidido aún sobre el terreno de la ETA 31, y que si estaban ahí reunidos era porque querían llegar a un acuerdo que satisficiera a todos, sin imposiciones de ningún tipo.

Rudos y técnicos o ¿técnicos y rudos?

Del otro lado los maestros, padres de familia y personas que decían estar a favor de la educación: Rita Gutiérrez Jiménez, de la Asociación de Padres de Familia, se mantuvo firme en su postura de que la ETA siga en donde está; admitió que el plantel está muy deteriorado pero reviró la propuesta de las autoridades al decir que en vez de construirse una nueva escuela se invirtieran esos recursos en la remodelación de las actuales instalaciones.

Guillermo Rendón González, ex candidato del PES a la alcaldía de Tepa y que aseguró que sus hijos estudiaron en la ETA, con un tono de voz más elevado e interrumpiendo a sus interlocutores se oponía a que el predio fuera desalojado a favor de la familia Aldrete.

Casi en la misma sintonía se encontraba José Guillermo Barrera García, de la Unión de Comités Vecinales (UCOVAC); sus interrupciones cansaron al mismo Hugo Bravo, quien llegó a pedirle que se callara y a decirle que no le interesaba lo que dijera.

El director Gregorio Yáñez Olvera sólo atestiguó la reunión, pues nunca intervino en la misma. Algunos maestros que se encontraban presentes también se mostraban inquietos y con muchas dudas sobre la reubicación, pero fueron los más receptivos de todos los que se encontraban ahí, y al final dijeron que si el cambio era para bien y ellos seguían conservando sus trabajos, no se oponían a que la ETA se construyera en otro lugar.

Hugo les cede el balón a los padres y maestros

Y así cada quien dio su punto de vista; pasaron más de dos horas y no se llegó a nada. Hugo Bravo volvió a tomar la palabra para cerrar el encuentro, pero ahora sí se extendió y dijo que no está decidido nada, que corresponde a los papás y maestros hacerlo y para ello pueden volver a reunirse con él cuando gusten, pero sólo ellos, sin “grillos” (refiriéndose a Rendón y a Barrera García).

El primer edil explicó además que el ayuntamiento no tiene y no va a poner dinero para construir la nueva escuela, que el ofrecimiento de hacerla es por parte de los Aldrete con tal de que les den el terreno que pretenden y que el municipio les ofrece (a los Aldrete) pagarles todas las deudas de predios que tiene con ellos.

Advirtió que si bien no hay plazo para llegar a un acuerdo, el ayuntamiento no podrá hacer ninguna permuta de terreno antes de seis meses de que acabe la actual administración (por lo que marzo sería el último mes en que pudiera cerrarse el trato acerca de la escuela).
También señaló Hugo que los Aldrete podrían desesperarse si ven que no hay ningún arreglo y entablar una demanda civil para recuperar el predio y entonces retirar el ofrecimiento de buscar un nuevo terreno y construir la nueva ETA.

Sobre el por qué nunca se escrituró el terreno a la ETA, Bravo Hernández lo achacó a anteriores gobiernos municipales y estatales, que en su momento no hicieron dicho trámite y ahora legalmente la escuela no es propietaria y nunca lo ha sido del predio donde está construida (mayor información del historial de la secundaria en las ediciones 989 y 991 de este Semanario).

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