¿Pan frío?

Aunque faltan seis meses para la elección y muchas horas de palabrería, los partidos políticos ya tienen a sus cuadros casi completos.

A estas alturas ya se han perfilado quiénes serán -ellas y ellos- los que aparezcan en las boletas electorales rumbo a la presidencia del País, al Senado, a la Cámara de Diputados y, en el caso de Jalisco, a la gubernatura, al Congreso y a las alcaldías.

Casi todos los partidos están ya puestos, con sus cuadros listos para el proceso. 

Ya están en el arrancadero.

Casi todos, excepto el PAN.

Al PAN nadie lo calienta. 

Lo apachurró el PRI, lo desdeñó el Movimiento Ciudadano y lo olvidaron sus militantes, quienes hoy son, incluso, candidatos o aspirantes por el partido Naranja o de algún otro.

Ganar la Presidencia de México en dos ocasiones fue la peor hazaña para el partido albiazul. 12 años fueron suficientes para desbaratar un partido de casi 80 años de vida. Ni dos mandatarios emanados de sus filas han podido zurcir la imagen del otrora partidazo del nuevo siglo en México.

 Y en Jalisco, tras un poder casi hegemónico de 20 o más años, el PAN no halla su camino, no le acomoda la almohada, ni para descansar ni para despertar.

Y qué decir de Tepatitlán, donde durante 30 años fue el PAN el mero mero de los moles en el poder. Nadie se atrevía a ponerles contra (algunos sí les pusimos), muchos les temían a sus funcionarios, casi omnipotentes, unos prepotentes, otros altaneros, otros opacos y otros deshonestos.

Se acabaron esos tiempos del PAN poderoso. Hoy en día no atinan ni en la forma ni en el fondo. Han retrasado las fechas para nombrar (designar o seleccionar) a sus aspirantes. Parece que todos les ganarán el arranque y se quedarán con migajas. Se dice que hay ya amarres con algunos precandidatos de otros partidos, por si “su gallo” no queda en la boleta.

Hay en los pueblos unos negocios donde la panificadora del osito vende sus productos ya caducos, les llaman expendios.

El PAN corre el grave riesgo de quedarse como esos expendios de panificadora: ofreciendo producto barato, porque es “pan frío”, fuera de temporada.