Dejó este mundo un distinguido arandense



El viernes de la semana pasada falleció debido a un infarto cardiaco, fulminante al parecer, el ingeniero Rogelio Alvarez Galindo, quien según mi apreciación rebasaba ya los 80 años de edad.

Hombre cabal, íntegro, educado, culto y generoso. Arandas lamenta su pérdida debido al perfil de esta inolvidable persona que nació, según me lo dijo alguna vez, en un rancho cercano a Santa María del Valle, delegación municipal de Arandas.

Desde corta edad, en busca de mejores condiciones de vida y superación personal se fue a vivir a la ciudad de México, donde estuvo la mayor parte de su vida. Hace aproximadamente 20 años tuve el privilegio de conocerlo, cuando tenía poco de haber regresado a su solar nativo acompañado de su familia.

Entre las anécdotas que contaba, una me llamó poderosamente la atención. Colaboró con el ingeniero Guillermo González Camarena en la invención de la televisión a color.

Su llegada a Arandas fue motivada por el inmenso amor que por su tierra sentía. A diferencia de otros muchos que dicen lo mismo, Él lo demostró con hechos. Asistía a cuanta conferencia le parecía interesante, dentro y fuera del municipio y del estado. Siempre preparándose, siempre atento a los avances y descubrimientos.

Fue ligado atinadamente como director de Ecología del Ayuntamiento de Arandas durante muchos años y tenía poco de haberse retirado del cargo que ocupaba en la actual administración municipal que preside el maestro Salvador López Hernández.

Cuando el que esto escribe colaboraba en Televisión Alteña, fueron muy valiosas las entrevistas con él. Siempre aportaba algo novedoso y útil para la gente del campo. Fue pionero en la promoción, por lo menos en ésta zona, de los cultivos en viveros, la hidroponia pues,  y regalaba toda la información que tanto trabajo le había costado obtener, todo para beneficiar a la gente del campo.

Junto con su esposa gestionaron y lograron tener una casa de salud para atender a una ranchería con un buen número de pobladores en el rancho “La Granjena”, donde tenía una casa de campo. Estuvo alejado de corruptelas en el desempeño de su función y al pendiente de cuidar lo poco que nos queda, no sin sinsabores y zozobras.

Una de las cosas que hizo últimamente, fue el donar una réplica en miniatura de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que al parecer es la única que sobrevive a estos tiempos y cuya edición fue muy limitada.

Su suegro, un personaje de la Marina de México, se la regaló diciéndole que lo hacía porque sabía que quedaba en las mejores manos para su cuidado. La donación fue hecha al ayuntamiento de Arandas, no obstante que tenía un ofrecimiento que le habían hecho en Estados Unidos de comprársela en la importante cantidad de 60 mil dólares, cosa que rechazó, no obstante la precariedad económica en que vivía.

Sería largo y no hay el espacio suficiente para ennumerar todas las buenas acciones que hizo. Sólo nos queda su recuerdo imborrable y la imagen limpia que dejó para orgullo de su familia y los que tuvimos el honor de su amistad.

Enviamos un saludo especial a la maestra Patty, su hija y demás familiares, solidarizándonos con su pena por la pérdida irreparable de tan distinguido arandense. Lo bueno es que algo está preparando el presidente municipal de Arandas para hacerle un merecido homenaje. Descanse en paz.

Nos leeremos en la próxima entrega.

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