Preocupante



Evidentemente preocupante, dice el cantante italiano Eros Ramazzotti en su canción Otra como tú. Ya hay políticos muertos en forma violenta, de lado y lado, más de Morena que del PAN hasta ahora, y el presidente López Obrador no se ve que tenga ninguna intención de modificar su lenguaje agresivo y pendenciero que en mi opinión es lo que está atizando el odio entre los mexicanos.

Sin afirmar que dichas muertes violentas -o al menos no todas- tengan que ver con motivos políticos, fue asesinada primero una regidora electa de Morena en el estado de Morelos; luego asesinaron en Nayarit a un periodista que había sido candidato de Morena; después se cayó el helicóptero en el que viajaban la gobernadora panista de Puebla y su marido el coordinador de los senadores del PAN; a continuación mataron a un alcalde y a su síndico, de Morena, en Oaxaca; todo lo cual nos parece a muchos muy preocupante, evidentemente preocupante.

La esperada disminución de violencia y asesinatos que prometió el hoy presidente López Obrador en campaña, no llegó. No ha llegado ni llegará. Por el contrario, mucho se teme que aumente. Especialmente en Jalisco hay quienes creen que se viene un baño de sangre.

Que la violencia no ha disminuido es evidente, en el primer mes del gobierno de López Obrador fueron más de 2 mil los muertos en forma violenta. Esto según la cuenta que lleva el usuario @MuertosdelPeje, que los empezó a contar a partir del primer minuto del día 1 de diciembre y que no exagera sino al contrario, se le pasan algunos, yo he sabido de varios en el sur de Veracruz que no han sido incluidos.

Ahora, ¿de dónde sacan algunos que ven venir un baño de sangre en Jalisco? Bueno, fuentes cercanas a los mandos militares en la Entidad ven indicios de que -como en los mejores tiempos del PRI- el nuevo gobierno federal buscará que sólo un cártel domine las rutas y ahora la compraventa de droga en el país, es decir que se buscaría la hegemonía de una sola banda sobre las demás para tener que negociar sólo con un grupo, para lo cual habría que apoyarlo primero, para que logre desplazar o someter a los demás. Ese grupo sería el Cártel de Sinaloa.

Pero sucede que en Jalisco tuvo su origen y domina el cada vez más poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación, que tiene influencia -dominante en algunos casos- en la mayor parte de los Estados del país, y que ha dado muestras de que no es de los que rehuyen a las fuerzas policiacas de ningún nivel, sus sicarios se han enfrentado lo mismo con policías municipales que estatales y federales y con miembros del Ejército y la Marina, y lo han hecho sacando siempre la mejor parte, han derribado helicópteros y han dado muerte a grupos enteros de policías estatales y federales y a soldados, en varias ocasiones las bajas han sido mayores en la parte oficial, al mismo tiempo que de parte de ésta han sido inútiles los esfuerzos por capturar al Mencho, su líder, que se les ha escapado en sus narices en el último instante de cada intento.

Esto hace pensar a algunos que las fuerzas del Cártel de  Sinaloa, con el supuesto apoyo del nuevo gobierno federal -con todo lo que ello implica- podrían barrer a los Zetas, al Cártel del Golfo, al del Sur, al del Norte, a todos los demás; pero que con el CJNG se van a topar con pared. En Veracruz hay un dicho que se originó en la dureza de un pequeño coquito llamado coyol y que dice: Van a chocar piedra con coyol, para dar a entender que no se sabe cuál de los dos se va a romper primero, si la piedra o el coyol. Así en el caso del Cártel de Sinaloa contra el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Se piensa que los de Jalisco van a ofrecer una feroz resistencia y que no será nada fácil someterlos, mucho menos sacarlos del negocio en México. Y dado que aquí surgió ese cártel y aquí tiene su sede principal (aquí es donde han estado a punto de capturar al Mencho en varias ocasiones), de ahí el temor de que el enfrentamiento y el mayor número de muertos, el baño de sangre que muchos temen, se dé principalmente en esta entidad.

Eso explicaría por otra parte algo que parece inexplicable a simple vista, que desde antes de la jornada electoral no hayan podido someter desde el centro al nuevo gobernador de Jalisco. Unos días antes de la elección se hizo un intento por bajarlo de la contienda mediante una publicación que lo relacionaba con una investigación de la Marina Armada de México y con otra por parte de la Departamento del Tesoro de Estados Unidos, justo lo que se hizo en contra de Arturo Zamora, al que relacionaron con el narco unos días antes de la elección que perdió como candidato a gobernador, después aclararon que no era cierto, pero ya le habían partido la madre. Con Alfaro no pudieron.

El gobernador de Jalisco está enfrentado abiertamente con Andrés Manuel López Obrador, primero por el asunto de los súper delegados, y ahora además por los recortes al presupuesto que le corresponden a la Entidad. Y sin embargo, teniendo lo que dicen que tienen contra Él, no lo ha podido someter el gobierno federal. ¿Por qué? Bueno, la feroz pugna que se avecina entre la gente de Sinaloa y los de la Nueva Generación podría ser la explicación, que se trate no sólo de un choque entre dos niveles de gobierno, sino entre dos poderosos grupos con los que se tienen alianzas y apoyo recíproco.

Pero esa es otra historia, eso podría ser inevitable por más que nos preocupe en Jalisco. Lo otro, la persistencia de los hechos violentos en el país, que coincidentemente se están enfocando hacia los políticos, eso le debería preocupar y le preocupa a todo el país, y es algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador podría frenar si modificara su actitud rijosa y pendenciera que empieza por descalificar a todos aquellos que lo critican y termina por llamarles cada día mezquinos, hipócritas, corruptos, neofascistas y cuanto adjetivo recuerda. Qué necesidad hay de eso… si en lugar de contestar así a cada crítica hiciera un exhorto a todos los mexicanos a mantener la cordura y la paz, al respeto, a la armonía… ya muchos hubieran dejado de ofenderlo, no digo de criticarlo, pero sí de pendejearlo y de llamarle asesino y cobarde, ¿con qué cara ofendes a alguien que te está mostrando respeto? El Presidente de la República está obligado a procurar la unidad de todos los mexicanos y a terminar con la polarización que Él mismo inició y fomentó durante años.

Si modifica su actitud de borracho de cantina, de pandillero de barrio y asume su papel como Presidente de la República, disminuirán notablemente las críticas en su contra, y las que persistan serán moderadas, respetuosas. Si no, esto desembocará, no sé… así comenzó la Revolución Mexicana.

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