Don Galo Gutiérrez, una vida de película


• Del actor John Waine a García Paniagua

• En Aduana le salieron muchos parientes

De Galo Gutiérrez Martín su fecha de nacimiento no quedó muy clara, porque su mamá decía que fue el 18 de octubre de 1935 y su papá que el 19 de octubre, en el acta quedó registrado como el 19 en Pegueros, Jalisco.

Sus papás fueron Victoria Martín Jiménez y Primitivo Gutiérrez Gómez. De chico fue acólito por las mañanas y por las tardes ayudaba a su tío José Gutiérrez en una tienda en el centro de Pegueros, hacía mandados y le pagaban con dulces.

En su pueblo natal estudió hasta el cuarto de primaria y como no había quinto lo metieron al internado en el Colegio Morelos y el fin de semana regresaba a su casa.

La secundaria y la preparatoria las estudió en el seminario cerca de Tlajomulco, y al terminar se fue a la ciudad de México con su hermano Ezequiel, pero no le gustó el comercio y decidió irse a los Estados Unidos.

Acompañado de un primo acudió a la embajada y pidió hablar con el embajador y le comentó que quería entrar al ejército norteamericano para ir a la guerra de Corea. Como era joven y avispado le cayó en gracia al embajador y le dieron un permiso temporal para que se presentara al Ejército en California, y además le dieron una carta de recomendación.

Entró al Ejército, pasó los exámenes y duró un tiempo en prácticas (esta capacitación le ayudaría toda su vida) y al final no fue a la guerra porque consiguió la residencia y le dieron visa para trabajar.

Se fue a vivir con su tío Lino que estaba en Los Ángeles, su casa estaba cerca de los Estudios Universal y decide ir a conocerlos y va directamente a las caballerizas, y platicando con uno de los encargados se da cuenta de que les faltaba personal y Galo comenta que Él sabía de caballos, al final salió con trabajo.

Ahí conoció a muchos personajes, entre ellos al productor Dell Robertson y John Waine, trabajó de doble en algunas películas, por su persona y carácter siempre se le facilitaron las relaciones humanas.

Cuando tenía 4 años de trabajar el sindicato decidió que solamente los ciudadanos norteamericanos podían trabajar y John Waine lo recomienda para que se hiciera ciudadano y acudió a Migración, pero le exigían que renunciara a la ciudadanía mexicana, lo cual no aceptó.

Por segunda vez John Waine lo recomienda, ahora en una constructora y se queda a trabajar por un tiempo.

Un día le llama un primo, que si le ayudaba a pasear a unas personas, que eran hijos del general Marcelino García Barragán (Secretario de la Defesa) porque no conocían la ciudad y además no hablaban inglés, y Galo con su forma de ser alegre y divertido, les cayó bien e hicieron amistad, al poco tiempo lo invitan a trabajar en México y aceptó.

Entró a trabajar en Aduanas, en la Volanta, y su trabajo consistía en vigilar desde Guadalajara hasta la frontera. Por su esfuerzo y dedicación se gana la confianza de don Javier García Paniagua y lo manda a Monterrey como Segundo Comandante, y ahí empieza su fama de amigo de los paisanos, mucha gente acudía a que los ayudara.

Fueron muchas las ocasiones en que ayudó sin pedir nada a cambio.

En Capilla de Guadalupe no había agua y perforaron un pozo pero no tenían la bomba y solamente la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos daba el permiso y los trámites tardaban mucho y a la gente le urgía el agua, acudieron a don Galo para que les ayudara a traer la bomba de los Estados Unidos y no solamente les ayudó a conseguirla, en su propio vehículo trajo la bomba desde Laredo y además el personal norteamericano para instalarla, el traslado y los gastos del personal corrieron por cuenta de don Galo. Años después le hicieron un homenaje en agradecimiento.

Ayudó a mejorar la raza de equinos y vacunos, tenía caballos finos y otros que eran de don Javier García Paniagua, y le regalaba la maquila al que se lo solicitaba.

Impulsó en Pegueros la formación de equipos de béisbol y futbol, y en 1974 convence a su papá y a su tío para que donen un terreno para el Lienzo Charro, y junto con familiares y amigos juntan dinero para financiarlo, y además gestionan para que sea aceptado en la Asociación Nacional de Charros como La Guadalupana.

En 1977 se inunda Pegueros y el agua se mete al templo, y junto con otras personas deciden levantar el nivel del suelo, pero había un triángulo que estorbaba y convencen al Tío José de que venda, nivelan y el templo ya se puede ver desde la carretera (en ese tiempo pasaba por un lado).

Dona terreno para la Preparatoria de Pegueros.

En la Preparatoria compran unos microscopios en los Estados Unidos, pero al llegar al aeropuerto los confiscan y el licenciado Jesús Barba, entonces director, le pide ayuda a don Galo, y a los pocos días ya estaban en la Preparatoria.

En ese tiempo le salieron muchos parientes, a algunos que detenían porque traían cosas de Estados Unidos decían que eran sus parientes.

Lo mismo invitaba a comer a un General que a un trabajador.

En esta semblanza he querido resaltar su cariño a su pueblo, su ayuda incondicional, su lado humano. Les tocará a otros escribir su biografía y contar su vida que fue de película.
Don Galo siempre ayudaba al que se lo pedía.

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