Los chairos se andan burlando y publicando memes en redes sociales, donde se ve la foto de un cuarto de hospital de primer mundo, casi una habitación de hotel o mejor, y un paciente solo, sin ningún otro vecino convaleciente y con cualquier clase de aparatos modernos a su alrededor.
La descripción del meme indica que así era el IMSS en tiempos de Peña Nieto.
Nunca ha sido así el IMSS, ni ningún otro sistema de salud pública en México. El Seguro Social tiene muchas carencias y negligencias, que hasta hace unos meses yo en lo personal se lo atribuía al sindicato que controla a la institución.
Cualquier usuario del IMSS seguramente habrá padecido alguna anomalía laboral de las que son tan comunes en el IMSS, como el hecho de que cuando el médico general le expide a un paciente una orden para hacerse unos estudios, o para consultar a un especialista dentro del mismo Seguro, el usuario tiene que acudir a uno, dos o hasta tres empleados diferentes, quienes revisan en un archivo y luego autorizan el servicio solicitado.
Eso para mí es solo atribuible al sindicato, que de alguna manera tiene que acomodar a todos los empleados del IMSS y les inventa puestos como el de revisar en una computadora si un beneficiario es acreedor a los servicios de salud, ¿qué no puede hacer eso el mismo médico que ordena el servicio desde su computadora?
Otro vicio del sindicato: en días pasados fui al hospital del IMSS, y por medio de altavoces invitaban a TODO el personal que se encontrara en ese momento en su puesto, a acudir a una conferencia de no sé qué cosa.
O sea, la de la voz (se escuchaba una mujer) pretendía que todos: médicos, enfermeras, secretarias, recepcionistas, intendentes, etcétera, suspendieran sus actividades, se paralizara el hospital y los cientos de enfermos que se encontraban ahí esperaran, no sé, unos minutos, media hora, una hora o varias horas en lo que se llevaba a cabo la conferencia.
Por suerte y de acuerdo a lo que vi, de todos los empleados del IMSS que se encontraban ahí solo dos enfermeras acudieron al llamado, y eso porque realmente no estaban haciendo nada. Pero ahí están dos muestras de cómo el sindicato ha sido un lastre para el Seguro Social, y origen también de la insuficiencia del presupuesto.
A pesar de eso, el IMSS avanzó en los pasados seis años, muy poco pero de manera significativa.
Se mejoró enormemente el sistema de citas médicas. Era penoso ver a la gente acudiendo por decenas o cientos a las 4 o 5 de la mañana con la esperanza de conseguir un turno con el médico, sin embargo solo unas pocas personas (menos de 10) o ninguna lo lograban.
Eso era un dolor de cabeza para los derechohabientes del IMSS y me imagino que para su personal -con excepción de los líderes sindicales-, y en la pasada administración federal se logró abatir gran parte de este problema con mucha imaginación.
Se implementó el programa de citas por internet y por teléfono, y los tiempos para asignar una cita se habían reducido también al pasar de meses a unas dos o tres semanas o incluso sólo unos días.
No es para presumir, pero para aquella persona sin acceso a otro servicio de salud sí fue de ayuda.
Mejoró levemente el número de doctores, sobre todo los especialistas, se construyeron hospitales y se mejoraron algunos servicios.
Todo lo anterior yo lo vi, no me lo contaron, o lo supe de buena fuente y no es por enaltecer a la dirección anterior del IMSS, pues simplemente hicieron su chamba como siempre debió ser.
Y de todo lo anterior, lo que más me impactó fue el testimonio de una familiar mía muy querida, que recibió una noticia de que padecía cáncer y que éste ya le había invadido gran parte de su cuerpo; casi dispuesta a morir acudió al IMSS, donde después de varias sesiones, con el equipo más avanzado y sin gastar un centavo, logró vencer la enfermedad. Si hay alguien que está agradecida con el Seguro Social y con los que se esmeraron en mejorar el servicio de la institución, es sin duda esta pariente que menciono.
Entonces, ironizar ahora como lo hacen los chairos con que el IMSS era una institución de primer mundo, no como ahora, es en el mejor de los casos una ignorancia total de quien desconoce los servicios del Sector Salud en México, y opina así a lo puro pendejo.
Nunca han estado bien el IMSS, el ISSSTE, los centros de salud de pueblo o de rancho; han tenido muchas carencias desde siempre, pero llegaron los genios de la 4T a querer descubrir el hilo negro del sistema de salud del país, y se les ocurrió recortar el dinero y pronto llegó el desabasto de medicinas y prescindir de médicos y personal especializado.
López Obrador reaccionó un poco tarde, pero ordenó que se vuelva a abrir la llave del dinero para los hospitales públicos, dejando el supuesto combate a la corrupción en el sector salud para mejor ocasión.
El daño se hizo, aunque se rectificó después; seguramente murieron pacientes que no pudieron esperar ni un día más en su tratamiento, y si AMLO es un hombre bienintencionado como dice ser, seguramente le quedarán en su conciencia las muertes que pudieron haberse evitado en los nosocomios públicos.
Nada de esto quita que el sistema de salud en México sigue con muchas carencias, y que a diario hay decesos o vidas trastornadas de forma irreversible por una mala atención médica. Ojalá que el actual gobierno mejore realmente los servicios médicos.
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