Prevenir

Por Faby G. Ontiveros

Como ya todos lo saben, a menos que vivan debajo de alguna piedra, la explosión de la semana pasada dejó a Tepa conmocionado. La noticia fue tan triste y tan impactante que hasta a nivel nacional llegamos.

Ese día mi compañero Tabasco me marcó por teléfono a las 11 de la mañana para gritarme que había explotado algo. 

- Sí, fue ayer en Jardines –contesté.

- ¡No! explotó un edificio en el centro ahorita… ¡QUÍTENSE DE AHÍ, ES PELIGROSO!

Me costó un rato entender lo que estaba diciendo y que al mismo tiempo le estaba gritando a alguien que no era yo, hasta que por fin me cayó el veinte de que él estaba ahí. Y me costó trabajo entenderle porque yo estaba en el centro, en la oficina de todos ustedes en Hidalgo #239, pero no oí ninguna explosión. Ese día, a esa hora tenía que haber repartido algunos periódicos justo en la plaza, pero me entretuve comiendo un lonche y peleando con la computadora, así que me atrasé 10 minutos, si no a lo mejor me hubiera tocado un vidrio como a cualquiera de las personas que resultaron heridas porque tuvieron la mala suerte de estar por ahí.

Francamente no pensé que fuera tan grave, todavía tuve la paciencia de agarrar mis periodiquitos y ponérmelos bajo el brazo, pero en cuanto salí de la oficina y vi la nube de humo negro se me salió una maldición. Volteé a ver a mi mamá, que iba conmigo y que ya sabe cómo es esto, y sólo asintió y me dijo: “Vete, vete”, y entonces empecé a correr hacia el lugar de la tragedia.

Como pude me abrí paso hasta el cruce de Morelos y Esparza, y por un momento se me olvidó que iba a reportear y me quedé boquiabierta junto con toda la gente que observaba el icónico edificio de la ciudad, en llamas. 

Han de saber que como medio de comunicación llegan a nuestro poder imágenes muy fuertes, y aun así lo que presencié el sábado me impactó. A lo mejor porque ahora me lo eché en vivo, o porque Tepa es mi casa y sentí el antes y el después de la explosión, definitivamente la ciudad y todos los que seguimos la noticia ese día, ya no seremos iguales. 

Cuando dejaron pasar a los medios hasta el kiosco, un colega camarógrafo de un medio estatal recibió una llamada y su parte de la conversación me indignó: “No puedo ahorita wey, estoy ocupado grabando una mamada de Tepa”. ¡Mi ciudad está en llamas! ¿Cómo va a ser una mamada? Yo sé que a veces uno se insensibiliza, pero se murieron cuatro mujeres y hubo más de 20 heridos, la tragedia de mi tierra no es una mamada.

Y así hay gente muy ojete que también hacía bromas en las transmisiones que nos echamos Gaby y yo por Facebook, han de tener atole en las venas, cabrones.

La gente quedó con miedo, pero algo bueno salió de ahí y toda la semana ha habido reportes de fugas, porque antes olía a gas y lo dejaban pasar pensando que era momentáneo, ahora ni madres. Ahora poco a poco la gente está revisando sus tanques y sus instalaciones, porque pues “más seguro más marrao”.

En uno de los trabajos de mantenimiento de un tanque particular, hasta inventaron el chisme de que habían cerrado calles y evacuado gente y cuanta cosa, pero fue simplemente que tuvo que suceder tal desgracia para que la gente se acuerde de que es mejor prevenir que lamentar.

De cualquier manera todos los que seguimos lo que pasó en vivo o desde los medios, no vamos a olvidar pronto el suceso, la gente que pasa diario por ahí tiene el recordatorio de lo que quedó del edificio para no olvidarlo. Los accidentes pasan todos los días, pero está en nuestras manos disminuir el riesgo lo más posible.

Se vale experimentar en cabeza ajena, no esperen a que las cosas dejen de servir o a que suceda otra tragedia, debemos fomentar la cultura de la prevención a través del mantenimiento. ¿Qué pasó en el edificio?, ni ustedes ni yo lo sabemos y hacemos mal en especular, lo único cierto es que la explosión del 15 de junio nos marcó a todos.

Así que ya saben, revisen sus instalaciones de gas, de luz, de agua. Háganle el servicio a sus carros, planten un árbol, abracen mucho a sus familiares porque ahorita estamos aquí y al rato no sabemos. Platicamos la siguiente semana.