Acaba un año y termina el otro… nada más

+ Puras jaladas eso de ponerse
calzones rojos, o que la maleta…

+ Mejor festejar en Veracruz, pura
pachanga y desmadre con el “viejo”

Por Fabiola González Ontiveros

Año nuevo vida nueva, o por lo menos así dice mucha gente.

Eso sí que no pasa de un dicho, porque en realidad nada cambia sólo porque se acabó un año y ya; aunque todo puede dar la vuelta en un segundo, no significa que ese segundo sea exactamente cuando el reloj da las 12 el 31 de diciembre…bueno espero que sepan a lo que me refiero.

O también dicen que como empiecen el año es como les va a ir, por ejemplo: si alguien lo empieza mulo, en todo el año su humor predominante es el mal humor, pero son supersticiones obviamente.

Igual que todos los trucos y cosas que hacen el 31 dizque para tener lo principal que es salud, dinero y amor.

A ver, para las mujeres… ¿a quién no le han regalado y sobre todo ha usado los famosísimos choninos rojos “para que el amor llegue a ti” o los amarillos “para el dinero” ja ja ja la verdad es una mensada pero bien que lo han hecho.

De hecho hace rato pasé por una tienda de ropa interior y la vitrina estaba tapizada de letreritos de colores anunciando estas cosas.

Que las lentejas, para que no falte comida ni buena suerte en casa; que la maleta y andar como tarugo corriendo por toda la cuadra con petaca en mano para viajar durante el año, pero las que no pueden faltar son las uvas, doce uvas para doce deseos que creo se te cumplirá uno cada mes, esa más que superstición es costumbre y ya todos la ven como algo que tiene que haber en tu casa el 31.

Claro que comerte cada uva a la velocidad de las campanadas, resulta a veces hasta peligroso porque normalmente te estás riendo y con tanta fruta en la boca es posible ahogarse; aunque no he sabido de casos así, cuando sigo la tradición y me empiezo a echar mis uvitas me agarra el simple y siempre me atraganto.

Todas esas son jaladas, no creo que funcionen, o que haya gente que crea que funcionen, pero quién sabe, últimamente hay cada loco que…

El chiste es la diversión, porque Navidad es más familiar pero el 31 está más orientado al desmadre, aunque claro… muchos también lo consideran familiar, y otros como mi familia que viene siendo un día normal, la única diferencia es que cenamos lo que se nos antoje en la calle y ya, pero casi siempre como dice mi amigo Diego: vemos la tele un rato, a las 12 decimos –wow qué chido otro año- y nos vamos a dormir.

Claro como cada año, no faltan los que se ponen a tirar balazos a lo baboso, cosa que me pone nerviosa y de malas porque encima mi perro que es un zacatón se histeriza con los fuegos artificiales, balazos y ruidos fuertes; pero creo que eso es con todos los animales entonces pues ya qué.

De mi lado me pongo nerviosa, pero del lado de los que están con toda su pirotecnia les resulta muy divertido, me ha tocado así que lo sé. No olvido la vez que pasé año nuevo en Acayucan, Veracruz… es un soberano desmadre.

De por sí que allá la gente siempre está contenta y es amable, ese día con la borrachera pues más divertidos se ponen, además lo bonito es que cada familia hace un “viejo” con lo que tenga, o bueno…la forma de un viejo con costales y le ponen cara y toda la cosa, lo llenan con cohetes y cosas explosivas; como cada casa tiene uno pues ese día se hace un escandalazo y un tronadero de cohetes y la gente se divierte mucho.

Dice Flavia que su mamá esa fecha no le hace caso a nadie, porque está duro y dale quemando explosivos al por mayor, y me divierto imaginándola mandando a todos mucho a la fregada por traer su zafarrancho con los cohetes… pero ya me tocará verla pronto y estaré encantada de escuchar todas esas historias.

Les cuento de esta manera porque igualito que la semana pasada, aún no llega el miércoles entonces estoy esperando para medio festejar dentro de lo que cabe, ya que me prometieron una pizza casera deliciosa y brindar con vino generoso.

Para el 2009 prefiero no pedir deseos porque luego sucede todo lo contrario, sólo espero pasármela chido, una familia unida, salud por supuesto, el dinero va y viene y el amor… como que no me apura mucho así que ese me lo brinco.

Cuando ustedes lean esto ya será 3 de enero así que espero que se la hayan pasado genial el 31, que nadie se haya atragantado con uvas y que a los que si crean en eso sus deseos se les cumplan.

Que a todos les vaya bien en el año y que recuerden que todo siempre termina bien, porque si no termina bien…entonces aún no es el final.