El dinero es poder

Por Francisco Cabral Bravo

¿Quién pagará el costo de los nuevos impuestos aprobados por los diputados y los senadores?, ¿El PRI, el PAN y los demás partidos? No, lo pagarán los causantes cautivos que desembolsarán 2 por ciento más en Impuestos sobre la Renta y 1 por ciento más en IVA. Así de simple.

Como siempre, las cuentas no están claras y se revisan a destiempo. En el papel habrá más recursos para los gastos del gobierno y gobiernos, sin embargo, la última palabra la tiene la Secretaría de Hacienda, y para cuando se revisen las cifras en el Legislativo, la administración actual será historia. Hoy en día aún no terminan con los pendientes de Vicente Fox. Así que a los de Felipe Calderón no los revisarán en muchos años.

La furia de los cautivos vendrá en enero, cuando sientan la reducción de sus ingresos sin recibir nada a cambio. Deficientes servicios de salud, poca calidad en educación, baja productividad del gasto público, desempleo e inseguridad. Se quejan los empresarios, patrones de las grandes empresas, por el aumento a sus impuestos y el presidente los saca al balcón.

Dijo Calderón lo que todos sabíamos, pagan una miseria al fisco y todavía, a varios de ellos, los eximen de la molestia. Son los dueños del poder real en México y ponen, quitan y disponen de muchos políticos.

Pagan impuestos de quinta y exigen servicios de primera. Se lamentan del dineral que gastan los partidos, legisladores y gobierno: ¡salen carísimos! claman, y a sus contadores y abogados, que les ayudan a evadir y corromper, les dan salarios muchas veces más altos de lo que gana el presidente.

Al santuario de San Lázaro llegan los mendigantes, unos a pie, otros en helicóptero, a pedir su limosna.

Los señores legisladores chalanean con unos y con otros, pero al término del plazo el que tenga más saliva tragará más pinole.

Pese a la advertencia de que la cobija presupuestal no alcanzará para todos, en el último tramo de las negociaciones en la Cámara de Diputados, como cartas prenavideñas, el gobernador neoleonés Rodrigo Medina pidió 31 mil millones de pesos, el hidalguense Miguel Osorio Chong demandó 29 mil millones, el mexiquense Enrique Peña Nieto esperaba le autorizaran 23 mil millones, mientras Marcelo Ebrard se quedó en 15 mil millones de pesos. En contraparte, el gobernador de Quintana Roo, Félix Arturo González Canto, únicamente requirió mil 400 millones de pesos.

Otro de los gobernadores que menos recursos requirió en su visita a San Lázaro fue Luis Armando Reynoso Fernar, de Aguascalientes, quién solicitó mil 804 millones de pesos, en tanto Narciso Agúndez Montaño de Baja California Sur, requirió dos mil 430 millones de pesos.
El pregunta es ¿a dónde irán a parar los recursos que ingresarán el próximo año?, está muy claro que los panistas y perredistas los quieren para sus programas asistenciales.

Por ahora no está claro para qué los quieran los priistas, ya se verá, cuando sea aprobada la Ley de Egresos, a qué programas darán recursos y a cuáles no. Por ahora todo son fintas, jalones ye especulación.

Asegura Felipe Calderón que terminó ya la crisis y la recesión. Muy pocos creen que así sea y afirman que el presidente confunde deseos con realidades y en 2010 seguiremos más estancados que hoy gracias a la ortodoxia pretoriana de nuestras autoridades financieras. No los conmueven los reiterados fracasos y sus políticas que siguen produciendo cada vez más pobres.

El uso ineficiente de los recursos que tiene México, el decrecimiento del bono poblacional y, sobre todo, la mala combinación de ambas, hacen que la estimación del crecimiento económico del país se ubique, en promedio, en alrededor de 2 por ciento los próximos 20 años, con una marcada tendencia a la baja.

El paquete fiscal que entrará en vigor el próximo año tendrá un impacto negativo en el crecimiento de la economía de entre 0.2 y 0.4 por ciento del PIB. Tal como hoy se encuentra el país, el crecimiento de la economía no se ve que pueda crecer a tasas mayores, debido a la falta de reformas estructurales completas.

El señor Carlos Slim ofrece la receta: el único camino es crear empleos, pero nadie le hace caso. El Señor Roberto González advierte que se agotó el sistema y tampoco le hacen caso. Al revés de lo que hacen la mayoría de los gobiernos en el mundo, aquí el gobierno restringe la economía y exprime a los contribuyentes para gastar improductivamente los recursos que obtiene. A los señores banqueros los tacharán de subversivos y catastrofistas.

Los años que le quedan a Felipe Calderón en el gobierno serán difíciles y muy cuesta arriba. Equivocó la estrategia, perdió el control del Poder Legislativo y el liderazgo en América Latina.
Por otra parte, el desempleo y la subocupación registraron niveles históricos al cierre del tercer trimestre de este año.

La desocupación aumentó en un millón 15 mil 317 personas para sumar casi 3 millones.
Trabajan en la economía informal 12 millones 400 mil, 28.2 por ciento de la PEA. La tasa se elevó a 6.2 por ciento, la cifra no incluye a los 44 mil ex trabajadores de Luz y Fuerza. Qué paradoja, la administración que se vendió con la promesa de incrementar empleos, echa a la calle a miles de trabajadores para no gastar más.

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