Saturación de cárceles: una bomba de tiempo

+ En Zapo, un lugar para diez internos
es compartido por 31

Por Víctor Ontiveros Aguirre Zapotlanejo, Jal.- Hacinamiento de cárceles municipales prenden focos rojos en la seguridad en todo el estado. Para los internos, aparte de purgar su pena por el delito que cometieron, y que enfrentan procesos penales complicados, tienen que sufrir una vida en reclusión compartida con otros internos donde persiste el sobrecupo, todo gracias a la misma ley.

En Zapotlanejo la cárcel municipal que originalmente era un área para 10 detenidos, hoy es la vivienda de 31 procesados que comparten los días, los meses y los años, obviamente comparten el baño, la regadera, la comida, los olores, las enfermedades, el carácter de cada quien, en muchos casos la escasa ropa y lo que se pueda imaginar.

Esto que ocurre en este municipio es lo que pasa en todas las cárceles municipales del estado incluyendo los Ceinjures como el de Chapala, Tepatitlán, Ciudad Guzmán y no se diga Puente Grande. Según el propio juez municipal de esta ciudad, este fenómeno se está dando por la nueva reforma al Código de Procedimientos Penales para el estado de Jalisco, donde los juzgados atoran los procesos de traslado de los reos a los Ceinjures, lo que se conoce como “recursacion”, teniendo que resguardar en las cárceles municipales a cada procesado que ingresa por periodos largos, hasta por un año, provocando la saturación de celdas.

Antes era diferente: Según explicó, anteriormente en cuanto llegaba algún detenido el juez local se atenía a este recurso judicial y recursaba el expediente por alguna causa y se trasladaba a Puente Grande en los días próximos, Puente Grande se vio saturado, las salas judiciales llegaban hasta 40 expedientes diarios del interior del estado, sobrepoblando también esta cárcel de máxima seguridad, bajo esta práctica se mantenía las cárceles municipales con baja población.

Se reformó la ley, lo que ha traído como consecuencia la sobrepoblación ahora de las cárceles municipales. Consecuencias.- El espacio de 10 lo ocupan 31 personas en Zapotlanejo, por hablar de un municipio; en Tototlán otro ejemplo muy cercano, donde los internos tienen que turnarse el suelo para poder dormir acostados, ya que se tienen que acomodar como sardinas, y los que no caben, sentados, y así pasar los días que van transcurriendo muy lentamente, sin mencionar que es un solo baño para todos.

Enfermedades.- Varios internos padecen enfermedades psicológicas, algunos con padecimientos contagiosos como el Sida, el uso de las drogas en muchos de ellos dejan amplia huella en su estado físico. En resumen, sólo existen dos caminos: o se amplían todas las cárceles municipales del estado y Ceinjures, o se modifican las leyes nuevamente ante el riesgo de que esta saturación provoque fugas, riñas o cualquier otro problema grave, como ya han ocurrido en varios municipios, a lo que los nuevos legisladores que se encarguen del tema de la seguridad deberían voltear sus ojos a este problema.

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