De profecías y rituales mamertos

Por Fabiola González Ontiveros

Hoy es ya primero de enero, así que usted que está leyendo puede sentirse feliz porque sobrevivió bien o mal el último año, a pesar de todas las cosas malas que seguramente le pasaron, porque nadie tiene un excelente año de principio a fin, y por la razón que haya sido, hubo muchísimas personas que no lograron pasar el 2010, así que considero que hay que sentirse afortunados.

Es cierto que cuando te toca ni aunque te quites y cuando no te toca ni aunque te pongas, pero si es usted supersticioso y cree en la sarta de tonterías que dicen las predicciones, entonces hay que disfrutar también los dos años que siguen, porque según en 2012 vamos a pelar todos.
Yo no creo en esas cosas, lo mismo decían en el cambio de milenio, también el 6 de junio que porque era la fecha del diablo y no sé cuánta jalada más que se inventaron.

Que todos nos tenemos que morir algún día, eso que ni qué, pero que colguemos los tenis todos juntos en diciembre del 2012 por un meteorito… eso está por verse, y seguramente va a ser una profecía más que no se cumplirá, o quién sabe, a lo mejor sí pero yo hasta no ver no creer.

De todos modos, hay muchos que lamentablemente se quedarán en el camino y no lleguen al 2012, así que no podrán comprobar qué coños es lo que va a pasar el día que está establecido como el fin del mundo; a lo mejor ni yo llego, nadie está seguro, o tal vez sigamos cantando y bailando en el 2015 y cuál meteorito ni qué ocho cuartos.

Hablando de supersticiones, ¿hizo usted los rituales esos ridículos de fin de año? A mí me parecen de lo más estúpidos, ya parece que yendo a dar la vuelta a la manzana como loco con una maleta en la mano nos ayudarán a viajar… uno se labra su propio destino, así que no creo que los rituales tengan mucho que ver, no creo que Carlos Slim por ejemplo ande poniendo un anillo de oro en una copa de champagne para atraer el dinero, pero lo que sí es cierto es que hay montones de gente que se lo cree.

En mi vida solamente he hecho dos rituales de esos, uno nomás para calarle y el otro por mamerta mi familia.

El primero fue el de las uvas que la mayoría de la gente ha hecho alguna vez en la vida, compramos nuestro kilo de uvas y por diversión intentamos comernos una con cada campanada, yo me atraganté como en la tercera así que todos mis deseos se han de haber quedado en el limbo, y nunca volvimos a hacer lo de las mentadas uvas porque además el precio es desorbitante a fin de año, un abuso pues, además que a mí casi ni me gustan las uvas como para andar pagando 50 pesos el kg.

El otro ritual que hicimos por mamertos el fin de año de 2009, fue que mi mamá vio en Venga la Alegría, porque todos los días se desayuna en mi casa viendo eso, que había un ritual con lentejas para el dinero o algo así. Ah pues el 31, como es una fecha bien sin chiste en nuestra familia, después de ir a misa compramos unos tacos me parece y nos quedamos en la casa cenando con una amiga de mi hermana jugando baraja. Entonces que dan las 12 y mi mamá se acuerda de la jalada de las lentejas, y como estábamos bien divertidas pues nos puso a hacerlo. Sacó su bolsa de lentejas, nos dio un puñito a cada quien y nos dijo “ahora lo tienen que aventar” y todos nos quedamos viendo unos a otros con el puño de lentejas en la mano decidiendo si le haríamos caso o no, y ya cuando dijo “órale no sean amargadas” pues nos pusimos a hacer aventadero de lentejas por toda la mesa.

Lo chido fue después cuando nos dijo que lo teníamos que juntar y guardarlo en una bolsita y cargarla siempre en la bolsa de mano o lo que trajéramos, ahí nos ve usted en el piso recogiendo lentejas y guardándolas, mientras mi mamá se moría de la risa porque logró que hiciéramos esa jalada. La mentada bolsita de lentejas se me perdió como al mes en un cambio de bolsa, y terminaré mi año con 40 pesos, así que yo creo que la locura del ritual no funcionó muy bien que digamos, pero al menos ese día me divertí mucho.

Eso es lo importante, divertirse todos los días y preocuparse por lo necesario cada día, vivir el presente. Ser agradecidos con lo que tenemos y dejar atrás lo que no nos sirva. Después de todo es muy tarde para arreglar lo de ayer y muy pronto para preocuparse por mañana.
Espero que sea un año con más subidas que bajadas, no digo que sean puras cosas buenas porque no es cierto, habrá de todo seguramente. Feliz 2011 a todos.

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