Zafarrancho entre transportistas y policías municipales de Zapotlanejo

Llegaron a los golpes

+ El conflicto deriva de un desacuerdo entre

   sindicatos en la obra del paso a desnivel

Zapotlanejo, Jal.- Continúa el conflicto por los trabajos del paso a desnivel que se construirá en el cruce de las carreteras a Tepatitlán y Tototlán con la autopista a Guadalajara, pues un grupo de transportistas de Zapotlanejo intentó bloquear con sus vehículos el lugar donde se desarrollarán los trabajos y en respuesta llegó la fuerza pública a tratar de desalojarlos, lo que originó una riña entre los quejosos y policías municipales.

Fue la mañana de este 3 de enero, cuando un grupo de transportistas, encabezados por Daniel Contreras, llegó al lugar donde un grupo de trabajadores comienza a hacer los primeros movimientos de tierra, para bloquear la zona con sus vehículos y así exigir que la empresa contrate a trabajadores locales, como según dicen los quejosos, lo marca la ley.

Sin embargo, representantes de la empresa aseguraron que ya habían contratado a un grupo de trabajadores para hacer el acarreo de materiales. Dichos transportistas están afiliados a la CROC, liderados por Francisco Urenda, mientras que los inconformes pertenecen a un sindicato independiente.

Según Daniel Contreras, representante de los independientes, ellos piden que el trabajo sea compartido a partes iguales, es decir, un camión de la CROC por uno de el de ellos, mientras que Daniel Urenda -que también estaba presente en el lugar-, no está de acuerdo con esta solicitud, pues alegan que la empresa ya firmó con ellos por la totalidad del trabajo y no están obligados a ceder una parte del contrato.

Los croquistas, al ver que los quejosos seguían bloqueando la obra y no los dejaban llegar con sus camiones para descargar material, llamaron a las autoridades, por lo que se hizo presente la policía municipal, quien quiso obligar a los inconformes a que retiraran sus vehículos y se fueran de ahí, cosa que no sucedió, por lo que comenzaron a discutir y de ahí pasaron a los golpes.

Tras el zafarrancho, llegaron por separado el diputado local Héctor Álvarez y el alcalde Juan José Jiménez para tratar de calmar el conflicto, lo que lograron sólo momentáneamente, el problema sigue latente.