Por
el padre Miguel Ángel
Había
una vez un huerto lleno de hortalizas, árboles frutales y toda clase de
plantas. Como los huertos, éste tenía mucha frescura y agrado. Por eso daba
gusto sentarse a la sombra de cualquier árbol a contemplar todo aquel verdor y
escuchar el canto de los pájaros. De pronto, un buen día, empezaron a nacer
unas cebollas centelleantes, como el color de una mirada, el color de una
sonrisa o el color de un bonito recuerdo.
Después
de algunas investigaciones sobre la causa de ese resplandor, resultó que cada
cebolla tenía adentro, en el corazón, una piedra preciosa.
Esta
tenía un topacio, la otra un rubí, aquella una esmeralda ¡Una maravilla! Por
alguna incomprensible razón, se empezó a decir que aquello era peligroso,
intolerable, inadecuado y vergonzoso...
Total,
que las bellísimas cebollas tuvieron que esconder sus piedras preciosas en
capas y capas cada vez más oscuras y feas para disimular cómo eran por dentro,
hasta que empezaron a convertirse en unas cebollas de lo más vulgar.
Pasó
entonces por allí un sabio al que le gustaba sentarse a la sombra de los
árboles del huerto y que, sabía tanto, que entendía hasta el lenguaje de las
cebollas, y empezó a preguntar una por una:
-¿Por
qué no eres por fuera, como eres por dentro?
Y
ellas iban respondiendo:
-Me
obligaron a ser así.
-Me
fueron poniendo capas.
-Incluso
me puse algunas para que no dijeran nada.
Algunas
tenían hasta diez capas y casi no se acordaban de por qué se pusieron las
primeras.
Al
final, el sabio se puso a llorar: y, cuando la gente le vio llorando, pensó que
llorar ante las cebollas era propio de personas inteligentes: Por eso, aún hoy,
todos siguen llorando cuando una cebolla nos abre el corazón.
Hay
muchas personas que por diversas circunstancias han escondido grandes
cualidades, virtudes que tienen: las han escondido a causa de situaciones difíciles, por las que
han pasado.
Recuerdo
que un día visitando la cárcel conocí a un joven sentenciado a 25 años de prisión.
Siempre había vivido entre pandilleros y malvivientes, además provenía de una
familia desintegrada. Fue encarcelado y sentenciado porque mató a un hombre por
quererlo robar.
Ahora
que está en la cárcel ha dado a conocer muchas cualidades que llevaba
escondidas, como por ejemplo dibujar y pintar muy bien, toca el saxofón y
varios instrumentos más ¿Tú cuántas cualidades llevas escondidas?
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