Pidiendo por un buen temporal

Mensaje del Señor obispo Felipe Salazar

Por Oscar Maldonado Villalpando

Por estos día en que miramos con angustia la aparente indiferencia del cielo ante nuestras necesidades el Señor obispo manda este mensaje que nos anima a la esperanza y a la oración por la lluvia. En el texto se expresa con precisión nuestra situación y se reporta lo que sucede en nuestra tierra y en nuestras familias. Conocer este mensaje será muy provechoso.

A las comunidades de la Diócesis

Oremos para implorar lluvia
Hermanos: Las sequías por el calentamiento de la tierra, la contaminación ambiental y el agotamiento de los manantiales, nos amenazan como una peste, al grado que la escasez de agua ya está causando preocupantes medidas en algunas de nuestras comunidades. Esta circunstancia exige a todos hacer un uso responsable y solidario del agua, y también elevar nuestra oración al Padre.
Todos por igual necesitamos el agua en campos y bordos, sin diferencia entre quienes viven en el campo o en la ciudad. Con el agua cambia todo, como promesa de vida abundante, de buena cosecha, y de alegría para las familias. Los campesinos se resisten a aceptar la muerte de sus labores, pese a ver el campo tan deprimido y olvidado, y su ganado muriendo de sed. Aman la tierra, aunque no esté regularizada su propiedad, o deban emigrar, vender o rentar por falta de crédito, pero la esperanza los sostiene. Y habiendo producción, todos tendremos comida.
Los creyentes renovamos nuestra fe y acudimos al Creador para implorar el don de la lluvia. Creemos que Dios providente regula el ciclo natural de la fecundidad de los campos y de los animales, y confiamos en que no dejará sin regar nuestras tierras flacas para que no falte pan a sus hijos. Dios sabe cuánto necesitamos la lluvia, que abastezca los bordos para los animales durante varios meses.
Así, siguiendo la recomendación de San Pablo: «en toda ocasión presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica» (Flp 4,6), elevemos al Señor oraciones pidiendo por estas necesidades y problemas humanos.
Implorar un buen temporal significa pedir a Dios fecundidad de la tierra, la ausencia de plagas, de granizada o tempestades, y de más contratiempos que dañan nuestros cultivos.
Significa comprometernos a amar la tierra y la naturaleza en general, defendiéndola de todo lo que la daña, la contamina y la explota indiscriminadamente. Significa tener aprecio por los hombres y mujeres del campo y su actividad, pues por ellos comemos todos, y apoyarlos en sus ventas y trabajos
Y significa valorar y cuidar el agua. No basta pedirla; es preciso cuidarla. Dios nos la da, pero nosotros debemos hacer uso sensato de la misma. Es un recurso cada vez más escaso, que no debemos desperdiciar, menos aún contaminar. Apoyemos las campañas tendientes a cuidar este líquido vital y precioso. Impulsemos una cultura del agua para evitar la desertificación del ambiente. El agua es patrimonio de las generaciones presente y futuras. No caigamos en la trampa de un tráfico ilegal del agua, ni en el desperdicio de este recurso vital que se está agotando vertiginosamente en el planeta. Sin agua no hay vida.
Que esta intención se tenga presente en la oración de los fieles de cada Eucaristía, en las preces de Laudes y Vísperas, en la exposición y adoración del Santísimo Sacramento, y en cualquier otro tipo de oración extralitúrgica comunitaria que se celebre en nuestra Diócesis. Las asociaciones, grupos apostólicos y las casas religiosas, eleven preces por el buen temporal. Que los enfermos ofrezcan sus sufrimientos con esta intención. La oración de los niños tiene mucho poder, así que también los catequistas urjan y organicen su intercesión.
Adjunto a esta carta va un subsidio celebrativo, que contiene una oración, la propuesta de un esquema para la oración universal, y una versión adaptada de las Rogativas que aparecían en el Ritual Romano anterior. Ojalá les puedan ayudar en las distintas acciones que organicen en las comunidades con este objeto.
Envío a todos con afecto de padre la bendición.

+ Felipe Salazar Villagrana

Obispo de San Juan de los Lagos

Publicar un comentario

0 Comentarios