Arandas, Jal.- Se adentró en las aguas
de una presa para dar de comer a los peces que criaba, pero no
contaba con que ese día el fuerte viento volteara su lancha,
haciéndolo caer hasta el fondo del vaso lacustre, para ya no salir
con vida. Su cuerpo fue encontrado varios días después, aunque sus
compañeros alcanzaron a ponerse a salvo y llegar a tierra firme
nadando.
Gilberto López López, de 35 años y
oficio pescador, llegó el pasado martes 12 de noviembre por la tarde
a la presa El Tule, en Arandas, alrededor de las 18:00 horas; iba en
compañía de cuatro sujetos más y un menor de edad y abordaron una
pequeña lancha con la intención de alimentar a los peces que crían
en dicho cuerpo de agua, con fines comerciales.
Lo anterior era una actividad habitual
para Gilberto, pero ese día un fuerte viento soplaba en aquel lugar,
por lo al encontrarse en medio de la presa, el fuerte oleaje hizo que
la embarcación se volteara, arrojando a todos sus tripulantes al
agua, de los cuales sólo el menor de edad contaba con chaleco
salvavidas y pudo nadar hasta la orilla y ponerse a salvo.
De los cinco adulto que quedaron en
medio del agua, ninguno sabía nadar, pero el fuerte viento y oleaje
los empujaron hasta la orilla del embalse, pudiendo ponerse a salvo,
no sin antes tragar mucha agua y pasar un buen susto. Sin embargo,
Gilberto López no pudo salir a la superficie, pues al parecer se
quedó atorado entre unas ramas que estaban sumergidas, por lo que
sus compañeros, una vez en tierra, comenzaron a buscarlo
visualmente, mientras que otros daban aviso a los cuerpos de
emergencia.
Rescatistas de Arandas llegaron minutos
después a la presa y comenzaron a buscar al pescador, sin éxito y
como ya había caído la noche, la búsqueda debió suspenderse
debido a la ausencia de luz natural, regresando al día siguiente por
la mañana, con el apoyo de buzos de Protección Civil de Tepatitlán
y del Estado.
Pasaron miércoles, jueves y viernes y
pese a las labores exhaustivas de búsqueda, Gilberto López no era
encontrado. Se recorrió a nado prácticamente toda la superficie de
la presa, mientras que elementos de rescate recorrían a pie la
orilla del embalse.
Fue el sábado por la mañana,
alrededor de las 11:10 horas, cuando buzos de Protección Civil
Jalisco dieron con el cuerpo de López López, el cual se encontraba
a unos cinco metros de profundidad, atorado entre unas piedras, por
lo que una vez que fue a sacado a la superficie su cadáver, fue
llevado a la orilla de la presa, donde ya lo esperaban camilleros del
Servicio Médico Forense, que lo llevaron al anfiteatro de Arandas,
previa orden de un agente del Ministerio Público.
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