Por Gustavo González Godina
No son demasiados, y sin embargo no he
sabido mucho del 7 días en los últimos diez. Como les pasa a muchos
mexicanos que quieren algo mejor y no saben hacer otra cosa que
alquilarse, también yo me fui de bracero para sostenerlo. Lo dejé
siendo un niño y es ya un joven.
Aunque yo me fui para el sur y no para
el norte como la mayoría de los migrantes, concretamente para el
sureste, a una tierra que ya conocía y donde me ofrecieron pagarme
diez veces lo que ganaba aquí buscando y publicando Las Noticias de
Los Altos.
Le tanteé que aquí no me mantendría
ni solo, mucho menos podría sacar al 7 días adelante. Aunque debo
reconocer -y agradecer- que siempre conté con el apoyo y entusiasmo
de mi compañero y amigo Víctor Manuel Mendoza Ocampo “Tabasco”.
Aunque a Él no le hacían mucha falta más ingresos porque tenía (y
tiene) su exitosa revista Presencia Alteña y su pensión del ISSSTE
con doble plaza como maestro (Él sí las trabajaba las dos, me
consta), pero siempre le ha gustado esto de ser comunicador y nunca
se rajó, cuando había que meterle dinero al 7 lo hacíamos entre
los dos, Él de su pensión y de su Revista, y yo no sé de dónde,
por lo general lo conseguía prestado… Pero no, eso no era vida, ni
para mí ni para el Periódico.
Recuerdo también, con agrado, que
durante el primer tercio de lo que ha vivido el 7 días hasta ahora,
tuvo éste una corta temporada de bonanza, cuando tuvimos por
compañero a un excelente reportero y vendedor incansable, que
recorría los municipios de toda la región de Los Altos y más allá
(y ni automóvil tenía, lo que habla de su dedicación y su
esfuerzo) en busca de notas, de fotos y de publicidad, viajaba hasta
Nochistlán, Zacatecas y a Cuquío, Jalisco que está más allá, y
siempre traía algo, ha sido en mi opinión el compañero más
dedicado que hemos tenido y para el cual sólo tengo agradecimiento:
El profesor Oscar Miguel Rivera Hernández. Después se dedicó a las
lides sindicales en el magisterio y lo perdimos. Le mando un saludo y
un fuerte abrazo hasta donde quiera que ande.
Junto con el Profe Oscar tuvimos a otro
buen vendedor también que se llama Héctor Puga, que era latoso como
debe ser un vendedor exitoso, le ponía la mira a un cliente
potencial y no lo soltaba hasta que se caía con el anuncio; pero
éste era un poco inestable, trabajaba un tiempo aquí y luego se iba
para Estados Unidos, o le daba por andar vendiendo hasta tortillas
por las rancherías de Tepa, era uno de esos hombres luchones que
hacen hasta lo imposible por salir adelante sin más estudios que la
educación básica, un buen elemento, que cuando coincidió con el
Profe Oscar y con Víctor Ontiveros que también es un perro para las
ventas, fue cuando mejor le fue al periódico 7 días.
Pero luego cada quien agarró su rumbo
y el único que vendía algo, por sus múltiples relaciones más que
nada, era el Tabasco, pero el periódico estaba cada vez más
endeudado. Ramón Muñoz de Loza, el tercero de los socios en los
primeros años, es un excelente periodista (para mí el mejor que hay
en Tepatitlán), pero las ventas no han sido lo suyo (ni lo mío),
cuando se le ponía alguien de modo conseguía un anuncio… pero
aquello no funcionaba, no tenía futuro así el 7 días.
Urgía buscarle por otro lado. Y
perdóneme el lector que hable en primera persona, pero ya dije que
he estado ausente los últimos diez años y que no sé mucho del 7
días en esa década, sólo puedo platicarle de los inicios, del
tiempo que viví en Tepatitlán, del apoyo que recibimos de lectores
y anunciantes que nunca nos abandonaron, como Juan Carlos
Castellanos, como Luis Arturo Martín Franco, don Angel Ramírez
Peña, de Kolortep; de los colaboradores que llevo en el corazón y
no lo digo de dientes para afuera, como Don Luis Gutiérrez, Miguel
Angel Pozos, el padre Miguel Angel Pérez Magaña, el famoso
fotógrafo “Charly” Carlos Ulloa Carvajal, don José Velázquez,
Rubén Arias, el “Borre” Jesús Gómez Lira, don Toño Martínez,
el padre Oscar Maldonado, y otros que se le escapan a mi memoria (les
pido perdón) pero que creyeron en el proyecto, nos apoyaron y lo
siguen haciendo.
Volviendo al tema, fue el éxito de la
revista Presencia Alteña, de el Tabasco, lo que me inspiró a buscar
nuevos horizontes, porque el 7 días iba en picada. Y fue en un viaje
al sur de Veracruz, donde viví con mi familia durante casi 10 años
en la década de los 80, donde vi que en la ciudad de Acayucan (una
ciudad media, casi pequeña, como la de Tepatitlán) había muchos
periódicos, diarios y semanarios, que llegaban de ciudades más
grandes como Coatzacoalcos, Veracruz, Xalapa y la Ciudad de México,
pero ninguna revista de sociales como la del Tabasco, y le propuse a
mi esposa que hiciéramos allá una parecida, que yo creía poder
porque no soy más pendejo que mi socio. Ella estuvo de acuerdo, me
dijo haz lo que quieras y me lancé hace 11 años para allá. Iba y
venía primero, pero ya en el 2003 al enterarse la dueña de El
Diario del Sur que andaba yo por allá (diario que había dirigido yo
durante 10 años una década atrás), me pidió que le ayudara con el
mismo y que me pagaría, así que hacía la revista y trabajaba en el
Diario.
Después se puso mejor. Me disponía a
regresar a Tepa en el 2004, cuando la misma Señora, que es dueña de
otro diario en Xalapa la capital del Estado, me propuso que me
quedara en esa ciudad dirigiendo La Política, que así se llama el
periódico y que se ha vuelto muy influyente en algunos sectores como
el Gobierno del Estado, la Universidad Veracruzana, la Legislatura
del Estado, los partidos políticos, el Poder Judicial y otros; dijo
que me pagaría más, diez veces lo que ganara en Tepa en el 7 días,
y dije “no pues… de aquí soy”.
Y así sacamos de deudas al Semanario 7
días, un poco o un mucho con el apoyo del Tabasco aquí, el
dinamismo de Flavia Mariela Bustamante que nos ayudó un tiempo con
la administración, y yo chingándole allá para meterle dinero a
este medio, tan modesto pero que nos llena de orgullo. Debo aclarar y
creo que ya lo he dicho antes (los ancianos platicamos la misma cosa
varias veces y un servidor está entrando a esa etapa), que hacer
dinero nunca fue el objetivo del 7 días. Servirle a la comunidad
tampoco, para qué digo que sí si no, nos juntamos un grupo al que
le gusta la comunicación, comunicar noticias, opinar, orientar,
criticar, reconocer, concretamente Ramón Muñoz, Víctor Manuel
Mendoza, Conrado Vázquez y un servidor (al principio también
Roberto Alcalá González pero éste enseguida desistió y le
regresamos su aportación, pero reconozco que me sirvió de
inspiración y me alentó), y por el puro gusto de comunicar echamos
a andar el Semanario.
Ya si de paso obteníamos alguna
utilidad sería una ganancia, y si de paso le podíamos servir a
Tepatitlán y a la Región de Los Altos sería una ganancia mayor,
porque tendríamos el reconocimiento que gracias a Dios hemos
obtenido de la comunidad alteña, de casi toda, hasta de aquella de
origen sefardita que en un principio nos hizo la vida cansada
pensando que veníamos a hacer lo mismo con ellos, no, para nada, el
antisemitismo es historia y el semanario 7 días está al servicio de
todos. No te metes conmigo, no me meto contigo, si quieres que te
respete respétame, esa es la clave de la convivencia pacífica entre
quienes tenemos un origen distinto y tal vez diferentes maneras de
pensar.
Me pidió el director del 7 días,
Gustavo Alejandro González Ontiveros, que escribiera algo para esta
ocasión. Yo no quería porque no sabía qué decir, estoy lejos y un
tanto, un mucho, desconectado de lo que pasa en Tepa y en Los Altos;
pero también la administradora, su hermana Gabriela González
Ontiveros me dijo que no fuera culey, que le hiciera la lucha… Y
bueno, sólo pude platicarles algo de los avatares del 7 en sus
inicios, y aprovechar para decirles que ya extraño a Tepa demasiado,
que un poco más y me regreso para ayudarle al Tabasco y al Director
con esto. Felicito a todos por los 15 años del Periódico, y más
agradezco a quienes sin recibir a cambio ninguna retribución
colaboran con nosotros desinteresadamente. Que Dios los bendiga a
todos y si es posible y Él, Todopoderoso, nos lo permite, vamos por
otros quince.
Xalapa, Veracruz; 31 de octubre de 2013
Gustavo González Godina
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