El pecado rompe nuestra amistad con Dios

Del encuentro con Cristo a la misión



Por Oscar Maldonado Villalpando

Descubrir que el pecado nos separa de la amistad con Dios y nos impide ser felices.

Reconocernos como pecadores delante de Dios, porque solo quien se reconoce pecador podrás ser perdonado y salvado. Que seamos conscientes del profundo daño que el pecado causa en nuestra vida y podamos permanecer fieles en tu servicio todos los días de nuestra vida.


1.- Ver con los ojos del Padre.

Leer el libro del Génesis. Todo fue creado con amor y fue creado bueno. El hombre ha sido creado para vivir plenamente el amor de Dios.

Si nos fijamos en la naturaleza actual vemos el estado precario en que la hemos puesto.


2- Juzgar con los criterios del Hijo.

Dios se sigue manifestando, está presente en la creación, pero ha sido nuestro egoísmo, nuestra soberbia, lo que ha deformado la hermosura de la creación.

El pecado nos separa de la amistad con Dios.

¿Qué es el pecado?

Es una trasgresión a la ley de Dios y el rechazo del verdadero bien del hombre. Al pecar la persona rompe su amistad con Dios y se expone a las acechanzas del enemigo.

El pecado nos sume en la tristeza y en la soledad.

Se puede cometer pecado con el pensamiento, con los deseos, con las palabras, con las obras y con las omisiones. Por la concupiscencia todos tenemos una inclinación al pecado, somos pecadores.


El rey misericordioso

Un Rey por el día de su cumpleaños liberaba un preso. Esta vez fue a la cárcel y todos los prisioneros le decían que eran inocentes, que habían sido condenados equivocadamente. Llegó con uno que se veía avergonzado y le dijo al Rey que no merecía ser liberado, pues él sí cometió el delito que se le imputaba. Y el Rey declaró libre a este reo.

Todos le decían ¿por qué si los otros son inocentes? El Rey contestó que precisamente por eso, el liberaba culpables, no inocentes.

Lo que cuenta ante Dios es la sinceridad.


3.- Actuar

Es preciso analizar cuidadosamente nuestras vidas. En qué medida hemos permitido que el pecado nos aparte de Dios.

Para ello se necesita repasar los mandamientos.