Examen



Continuamente y desde tiempos de Calderón, si mal no recuerdo, sale el cuento de depurar a las policías, que hasta que no se tenga un sistema policiaco confiable los soldados no volverán a sus cuarteles y seguirán haciendo la chamba que deberían hacer los polis, nos guste o no.

Y así van algunos años ya, dizque profesionalizándose los policías, contratando mejores elementos y más capacitados y no sé qué más.

La herramienta infalible y con la que supuestamente se garantizan mejores elementos, es el examen de control de confianza, que es aquel que descubre qué persona podría incurrir en conductas delictivas y por lo tanto no ser apto para cuidar a la ciudadanía, pues está en riesgo de servir más bien al crimen organizado o simplemente cometer algún delito en detrimento de la población.

Nos preguntamos, si luego de tanto tiempo, pruebas de confianza, depuraciones y limpias en corporaciones policiacas, siguen siendo los policías partícipes de muchos crímenes en contra del país; cómo un municipio como Iguala, que recibe recursos del Subsemun y por lo tanto sus oficiales están más capacitados y mejor controlados que un policía de, digamos, un municipio como Cañadas de Obregón, ocurrió la desaparición de 43 estudiantes de una escuela Normal.

Y para no irnos tan lejos, en Guadalajara tres policías de la Fuerza Única fueron sorprendidos extorsionando a un empresario.

La Fuerza Única de Jalisco, se supone que son lo mejor de lo mejor, o sea, los mejores elementos policiacos escogidos de entre aquellos que ya habían pasado el examen de confianza con anterioridad y por lo tanto aptos para vigilar y proporcionar seguridad a los habitantes.

Entonces, parece ser que no hay remedio, por lo menos uno infalible o cercano a ello y tenemos que conformarnos con que un policía, o varios de ellos, un día de estos falte a su deber y nos dañe.

Puede ser que el famoso examen de confianza, que no es otra cosa que una prueba psicométrica donde se tienen que contestar una serie de preguntas, sin aparente relación entre sí, pero que sus respuestas hablan mucho del individuo, no sirva o (esperemos que no) es totalmente negociable su calificación y por eso vemos a mucho policía asesino, corrupto, ratero o que actúa como energúmeno con la gente.

No todos los elementos son así y hay casos donde sí ha cambiado para bien el sistema policiaco, como en Lagos de Moreno, que sin ser una policía modelo, sí ha cambiado la percepción que tiene la gente de ella y lo mejor, han bajado los delitos de forma considerable, aunque sin ser aquella ciudad un lugar totalmente apacible.

En ese municipio debieron cambiar muchas cosas, pero todas empezaron por arriba, con la nueva autoridad y hacia abajo se hizo en verdad una limpieza a fondo de la corporación, que hasta hace unos dos o tres años podía compararse fácilmente con la policía de Iguala u otras peores, donde los “oficiales” se encargaban de “levantar” a la gente y entregarla a los malandros.

En Tepa, si bien se han dado hechos muy violentos, han sido esporádicos y sin relación entre ellos, además de no tener tampoco que ver con la policía. Pese a la siempre cuestionable seguridad del municipio y los hechos delictivos que aquí ocurren, no se compara con lo que sucede en otros lugares.

Hay por supuesto desaparecidos, homicidios, enfrentamientos y delitos que las autoridades dan por llamar de alto impacto, pero hasta donde se sabe, la policía no ha tenido que ver y eso ya es ganancia en este país, de lo que ocurra en Tepa, se podrá cuestionar seriamente la labor policiaca, pero al menos, si a veces sentimos que no está de nuestro lado, un alivio será ver que tampoco está del de los delincuentes, como en otras partes.

Recientemente el municipio debió deshacerse de 13 elementos policiacos y están en la cuerda floja 17 más, que serán vueltos a evaluar con el examen de confianza. Estos ahora ex oficiales representa un porcentaje relativamente pequeño de la plantilla de seguridad pública y eso es bueno en varios sentidos, como el no quedarse sin tantos policías de la noche a la mañana y quedarse desprotegido por ello o el hecho de ver que después de todo, el municipio no tiene tan mala corporación, claro, si en verdad la prueba que les aplican es derecha y no chueca, si no, pues olvidemos los tres párrafos anteriores de este artículo.

Así que ¡aguas! con los policías dizque capacitados, honrados y certificados pero que siguen haciendo de las suyas, “levantando” y desapareciendo gente en Guerrero o extorsionando en Jalisco.

¿Vino por vino o por la alcaldía?

Varios priistas, según cuenta la misma gente de ese partido, ven con buenos ojos el que Salvador González Ibarra busque también ser candidato del PRI a la alcaldía de Tepatitlán, aunque eso sí, tendría que vérselas con otros que también la quieren, como Luis Alfonso Martín del Campo, Memo González y otros más.

Ya habíamos mencionado en este espacio el nombre de Salvador González, quien es conocido por haber creado hace unos años las vinaterías Vino por Vino, que luego fueron cerradas y algunas de ellas volvieron a su antiguo nombre de La Casa Blanca.

González Ibarra y su familia se han dedicado también a la distribución de bebidas alcohólicas al mayoreo en Tepa y otras ciudades como Guadalajara y Manzanillo, además de haber creado una marca de tequila.

Pues ahí está otro que se suma a la lista tricolor; sin duda cada uno de ellos tiene su grupo de apoyo y a ver de qué cuero salen más correas, como dice el dicho, mientras que en el PAN, Chachín sigue haciendo su trabajo discreto de conseguir adeptos dentro del partido, mientras que Norberto se apoya más bien en gente más visible y tradicional, como los Pérez Martínez y González Arana, que nomás con esas dos familias cualquiera tiene para asegurarse una buena base electoral; cualquiera quisiera tenerlos de su lado que en contra, pero nada está escrito aún.

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