San Julián de fiesta por el día de la Candelaria


Por Oscar Maldonado Villalpando

2 de febrero señuelo que renueva la vida del pueblo.
Una oportunidad de recomenzar y de renovarse. El día de la Candelaria desde tiempo inmemorial ha quedado como esa fecha de referencia en las actividades de estas gentes, en los tratos, en el día de pago de sus tantos tratos. Este año 2015 ya todo está dispuesto para las actividades de la Feria de San Julián.
Gente de fe, de trabajo que, hasta hoy ha tenido un inmenso cariño a la tierra. Tierra que no es la mejor provista, sino que tiene condiciones de alta austeridad, a la que estos hombres, estas familias se han adaptado y la han hecho productiva usando toda su creatividad y mil y una estrategias. Así que por años estas tierras tan pobres han dado vida y capturado el afecto de sus habitantes.
Pues por estos días ya se anuncian los festejos, las reinas. Los juegos ya ocupan el extremo oriente por la prolongación de la calle real, de la calle Hidalgo. La fiesta es preponderantemente mundana, porque se dedica a la convivencia, a la alegría de fuera. Las fiestas religiosas tienen su lugar aparte. Se celebra con mucho cariño a la Virgen de Guadalupe para su día 12 de diciembre, una devoción genuina y sustancial. Y se celebra a San José que es su patrono para el día 1º de mayo. Últimamente está creciendo la devoción a San Julio Álvarez, el primero de los mártires en la Cristera, que fue sacrificado en este pueblo el 30 de marzo de 1927.

Pueblo elegido

Hubo razón para que los mandos federales mandaran que en San Julián fuera sacrificado este buen sacerdote que fue aprendido en Michoacanejo, allá para Villa Hidalgo y Teocaltiche. Todo ello fue por la recia y valiente respuesta de los Cristeros de San Julián, que fueron prontos para levantarse por la libertad religiosa y dieron duras lecciones a un gobierno opresivo y totalitario.

Un templo sobre el agua

Es en este entorno es donde los fieles de San Julián han querido levantar un templo que hable de la gesta valiente de sus antepasados. Un templo al Santo que Dios les dio, al gran Sacerdote enviado por Dios a esta tierra bendita. Y ya empezó la construcción con tenacidad y entusiasmo, con todo cariño y con toda diligencia. Porque esta gente es así, bien cuidadosa, bien práctica, que todo lo que se recabe para el templo sea aprovechado de la manera más eficiente. Ya el cielo es testigo del esbozo del templo, los cimientos ya están esperando su santa encomienda para cumplir fielmente su tarea, de llevar en sus hombros este gran monumento a la fe y a los valores superiores de toda la gente de los Altos y de Jalisco entero.
El lugar se ubica para el oriente del pueblo, donde se nombra San Pablo. Lo característico es que hace tiempo por ahí corría mucha agua del temporal, un tiempo se contemplaba como una laguna, ¡agua en estas tierras tan duras! Pues hoy ahí nace este paraje de agua de gracia en abundancia.
Las fiestas de San Julián tendrán este aliciente extra. Todos los hijos ausentes, que son muchos, trabajadores y prósperos pueden dar una ayuda muy significativa a este proyecto. Así junto con la alegría de la fiesta, se da la oportunidad de sacar la generosidad y de hacer entre todos una obra muy valiosa para San Julián.

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